La
gimnasta Evita Griskenas se muestra durante una conferencia de prensa en la
Cumbre de Medios del Equipo de EE. UU. el lunes 15 de abril de 2024, en Nueva
York. (AP Foto/Brittainy Newman)
(Brittainy Newman / Associated Press)
NUEVA YORK —
Las carreras, rutinas y los
partidos más importantes para muchos de los atletas olímpicos de esta
generación se disputaron con gradas en su mayoría vacías, desprovistas de sus
entrenadores que los ayudaran o amigos y familiares que los animaran.
Así fue hace tres años
durante el COVID-19 en los Juegos Olímpicos de verano y hace dos años en las
justas de invierno. Ahora que se están preparando en la normalidad para la
edición de París 2024, que comienzan en julio, los estadounidenses saben que no
deben dar por sentados los gritos de los fanáticos o un abrazo de mamá o papá.
“Creo que es muy importante
poder compartir estos grandes momentos con las personas que te importan”, dijo
la ciclista de BMX Alise Willoughby, quien ha estado en las últimas tres
ediciones de las justas deportivas.
Willoughby y otros 100 atletas estadounidenses están
haciendo entrevistas y sesiones de fotos en la Semana de Medios del equipo de
Estados Unidos en un hotel en Times Square, evento que fue imposible en el
período previo a los Juegos de Tokio en 2021 en medio de la pandemia.
Un tema de conversación esta semana es lo agradecidos
que están los ciclistas, remeros, gimnastas y el resto de los deportistas de
haber superado los días de rastreo de contactos, cuarentenas y pruebas diarias
de saliva por COVID-19 dentro de la llamada burbuja olímpica.
En París podrá haber celebraciones con familiares y
contacto personal con los entrenadores, a la mayoría de los cuales no se les
permitió ingresar a las sedes hace tres años. La casa de Estados Unidos, una
parada tradicional para que los atletas se tranquilicen y se relajen,
especialmente después de que hayan terminado de competir, volverá a la
actividad.
“Podré ver al público emocionado. Se construye con
ellos y se adaptan mis rutinas a eso”, dijo la gimnasta rítmica estadounidense
Evita Griskenas, quien usará música francesa para acompañar una rutina y
presentará un número “All-American” para otra, todo con el objetivo de que los
fanáticos se sumerjan en el momento.
Griskenas dijo que ya siente una vibra diferente. La
preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio, que inicialmente se retrasaron
un año y luego se celebraron en un ambiente irreconocible, se convirtió en un
evento solitario y sin alegría.
Este año, les espera una experiencia diferente y
algunos atletas incluso sueñan con que una multitud los abuchee, porque al
menos escucharán a una multitud.
“Los muchachos han dicho: ‘queremos jugar contra
Francia en las semifinales’”, dijo el jugador de rugby Perry Baker.
“Simplemente visualizas lo grande y divertido que puede ser. Su público.
Nuestra gente. Vivimos para esos momentos”.
Con las multitudes vienen otros problemas que en su
mayoría no existieron en 2021. El lunes, el presidente francés, Emmanuel
Macron, dijo que la ceremonia de inauguración, programada para el río Sena, se
podría trasladar al Stade de France si la amenaza a la seguridad se considera
demasiado alta.
“La seguridad es un pilar y una base. No somos el
espectáculo principal”, dijo Deal.
Con dos de los próximos cinco Juegos Olímpicos
programados para llevarse a cabo en los EE. UU., Los Ángeles como sede en 2028
y Salt Lake City en los de Invierno en 2034, los líderes olímpicos saben que
hay mucho en juego en París. Esperan que este regreso a la “normalidad” haga
que más estadounidenses vuelvan a ver las justas deportivas en persona, en
línea y por televisión.
Pero también el COVID-19.
“Incluso para aquellos que estaban en casa, no era lo
más importante en ese momento”, dijo la directora ejecutiva de USOPC, Sarah
Hirshland, sobre los primeros Juegos libres de COVID-19 desde 2018. “Se trata
de una oportunidad para centrarse realmente en el deporte olímpico y
paralímpico. Nos une casi como ninguna otra cosa”.
La forma en que se dieron las cosas en Tokio le quitó
brillo a lo que fue una experiencia casi perfecta para la jugadora de voleibol
de sala Jordyn Poulter. Sí, ganó una medalla de oro en sus primeros Juegos
Olímpicos, hace tres años. Sí, fue un triunfo único en la vida. Sin embargo,
faltaba algo.