EFE
Puerto
Príncipe, Haití
Embajadas
y consulados presentes en Haití toman medidas ante las manifestaciones
violentas en el país tras el asesinato de policías y este viernes cierran sus
puertas y piden a sus nacionales limitar los desplazamientos.
La
embajada de España en Haití permanece cerrada al público ante la situación en
Puerto Príncipe, medida que también ha adoptado la legación mexicana, según sus
cuentas de Twitter.
“Ante
posibles situaciones de violencia en el país, sugerimos evitar los traslados no
esenciales, evitar concentraciones de gente y mantener atención a su entorno”,
alertó ya la víspera la representación mexicana.
También
la embajada francesa, ante el movimiento de protesta de la Policía Nacional de
Haití (PNH) tras el asesinato de sus compañeros, sigue instando este viernes a
sus ciudadanos a limitar los desplazamientos y recomienda la mayor vigilancia
en aquellos que sean «esenciales».
Condenas a la violencia
Además,
se suceden las condenas a la violencia y, así, la embajada de Estados Unidos en
Haití ha colgado en su página de Twitter un mensaje del subsecretario de Estado
para Asuntos del Hemisferio Occidental, Bryan A. Nichols.
“Condenamos
la violencia de las bandas que han matado a varios agentes de la Policía
Nacional en Haití y llamamos a la calma en medio de las manifestaciones en
curso.
Transmitimos
nuestras condolencias a las familias de las personas asesinadas en el ejercicio
de sus funciones», afirma Nichols.
Estados
Unidos, asegura, “seguirá imponiendo costes a los responsables de esta odiosa
violencia”.
También
Canadá, que expresa sus condolencias por estas muertes, subraya que “continúa
apoyando las soluciones propuestas por los haitianos para poner fin a la
violencia que azota el país”.
Por su
parte, el Gobierno de Bahamas ordenó este viernes la salida de todo su personal
diplomático de Haití de forma inmediata o tan pronto como las condiciones de
seguridad lo permitan.
Mientras,
el Ejecutivo de la vecina República Dominicana resaltó que seguirá “dando
estrecho seguimiento a la situación” en Haití y “tomando todas las medidas
necesarias para mantener la seguridad y la paz” en la frontera.
Ayer,
Haití amaneció en aparente calma, después de los actos violentos de la víspera,
con disparos, quema de neumáticos y ataques a la residencia privada del primer
ministro del país, Ariel Henry.
También
los manifestantes protestaron en los alrededores del aeropuerto Toussaint
Louverture de Puerto Príncipe, donde levantaron barricadas y quemaron
neumáticos, lo que retrasó el aterrizaje del avión en el que Henry regresaba de
Argentina tras participar en la Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Ante la
aguda crisis y la espiral de violencia que vive Haití, el Gobierno solicitó
oficialmente el envío en octubre pasado de una fuerza extranjera, tras lo cual
el secretario general de la ONU, António Guterres, propuso establecer una
«fuerza de acción rápida» compuesta por militares de uno o varios países y no
bajo bandera de Naciones Unidas.