El
militar, que está encarcelado desde hace un año y siete meses, denunció que lo
violaron con un palo de madera, que recibió golpizas durante 19 días seguidos y
todo tipo de tormentos. “Estoy vivo de milagro”, dijo. Su declaración completa.
Hace
cuatro años, sin saber que algún día estaría en peores condiciones, el teniente Richard Alemán reaccionó
indignado a una carta publicada por el entonces preso político y ex alcalde de
San Cristóbal, Daniel Ceballos,
quien denunciaba que estaba aislado desde hacía casi dos meses, sin visita, sin
ver el sol en las mazmorras de El Helicoide.
Alemán escribió a propósito de eso que “es sorprendente observar cómo en nuestro bello país no existe Estado de Derecho. Es impresionante la capacidad de hacer daño a los demás, por la simple razón de alzar la voz en su contra. Son una horrenda dictadura que se ha encargado de asesinar, apresar, perseguir y hacer daño a cada venezolano”.
Más adelante reconoció: “Lamento y me arrepiento mil veces, haber sido militar y hasta llegar a trabajar para esta horrenda revolución en la cual en algún momento de mi vida creí a pesar de que toda mi familia estaba en contra”.
Alemán formó parte del
gobierno regional del entonces gobernador del Táchira, José Gregorio Vielma Mora, como presidente de la empresa Compañía Anónima
Industrias Mineras del Táchira (Caimta). Después de su separación del
cargo, desapareció de la escena pública.
A raíz de los sucesos de
Puerta Morocha, un intento de rebelión de capitanes de la Guardia Nacional
ocurrido el 20 de abril de 2020, que luego se supo que tenía relación con la Operación Gedeón.
“Yo estaba en el hotel con cuatro
compañeros (Goiticha, Olivares, Rosales y Perozo). Esperábamos porque íbamos a
surtir combustible. El capitán Murillo, que fue mi compañero de promoción, me
iba a ayudar a surtir gasolina porque al día siguiente íbamos a ver a unos
peloteros de grandes ligas. Goiticha ha firmado a varios peloteros para grandes
ligas. Olivares está conmigo en la academia. (Tienen una academia de béisbol en
Puerto Cabello). En nuestros
vehículos habían guantes, pelotas. No habían brazaletes azules como dijo el
Dgcim. Habían implementos deportivos”, comenzó su relato Alemán ante la
jueza.
Y siguió: “Yo me encontraba en mi habitación, la 36. A
eso de las 3:30 AM estaba dormido después de ver una película, ”Milagro en la
celda 7″; y, de repente, me despierto y veo muchos fusiles y funcionarios
vestidos de negro. Entraron en la habitación, me pegaron cachazos en la
cabeza, golpes y después me llevaron al estacionamiento donde estaban los demás
compañeros. Nos llevaron a la Dgcim en Boleita, donde nos recibió un oficial
superior. Teníamos las caras tapadas con carpetas y cinta adhesiva”.
Alemán luego detalló: “Este oficial que nos recibió, de
inmediato me dio una patada en la nariz. Desde ese momento, tengo problemas
para respirar, he pedido que me vea un médico, y hasta ahora no me ha visto un
especialista. Tuvimos 19 días recibiendo golpes. Me golpearon todo mi
cuerpo. Me aplicaron asfixia mecánica con bolas. Se montaban encima de mi, me
dio un paro respiratorio. El 27 de abril fui a parar al hospital militar, donde
con un procedimiento médico me revivieron. Ese mismo día a las 3:00 AM me
dieron de alta”.
Fuente Infoabe