© PMA/Tsiory Andriantsoarana Dos niños cargan agua en Leer, en el estado de Unity en Sudán del Sur, donde se ha declarado la situación de hambruna. Foto: OCHA
La
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
advirtió este lunes que con decenas de millones de personas en medio de algunas
de las peores crisis alimentarias que ha vivido el mundo durante los últimos
años, se necesita crear urgentemente una financiación específicamente dirigida
a la ayuda de emergencia y a la creación de resiliencia.
La
advertencia llegó en boca del director general de la FAO, Qu Dongyu, durante un
evento virtual de alto nivel que busca prevenir y acabar con la hambruna de
inmediato. El encuentro busca analizar los recientes esfuerzos para detener el
avance de este flagelo y orientar a la comunidad internacional sobre las
medidas urgentes que debe tomar para evitar un mayor deterioro de la
inseguridad alimentaria.
El
máximo responsable del organismo re concretó que más de medio millón de
personas en cuatro países (Etiopía, Madagascar, Sudán del Sur y Yemen) sufren
actualmente una inseguridad alimentaria de dimensiones “catastróficas”, y que
más de 41 millones están al borde de la hambruna.
Al
mismo tiempo, señaló que la situación continúa deteriorándose, ya que las
cantidades de ayuda alimentaria asignadas y desembolsadas están
muy por debajo de los 6600 millones de dólares que solicitaron las
organizaciones humanitarias para satisfacer las necesidades más urgentes.
Además,
destacó que entre los fondos aportados muy pocos se destinaron a la provisión
de medios de subsistencia de emergencia, un elemento básico de cualquier
estrategia eficaz de prevención de la hambruna.
No llegan los fondos para la
ayuda alimentaria de emergencia
Desde el anuncio
del Secretario General de la ONU el pasado mes de marzo por el que creaba
un Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre la Hambruna, la FAO ha ayudado a más de
5,5 millones de personas en los seis países clasificados como de alta prioridad
por esa agrupación.
Sin embargo, Dongyu
alertó que el organismo ha recibido menos de una cuarta parte de los
recursos que hacen falta para la ayuda de emergencia en ese sexteto de
naciones.
La FAO también
manifestó su preocupación por las actuales condiciones en Haití, donde los
medios de subsistencia están amenazados por el COVID-19, la inestabilidad y las
consecuencias del reciente terremoto; en Afganistán, donde una de cada tres
personas sufre inseguridad alimentaria aguda; y en África oriental que se
enfrenta a la amenaza de una tercera temporada consecutiva de escasez de
lluvias para los cultivos y el ganado.
Por todo ello, Qu
pidió un incremento urgente de las acciones preventivas, como las que la FAO y
sus socios activaron el año pasado con la plaga de langostas del desierto en
África y que evitaron pérdidas masivas de cultivos básicos y ganado por valor
de más de 1500 millones de dólares. Estas intervenciones lograron
proteger la seguridad alimentaria de más de 36 millones de personas.
"Tenemos que
trabajar juntos para transformar nuestros sistemas agroalimentarios para que
sean más eficientes, inclusivos, resistentes y sostenibles", afirmó el
director general de la FAO.
Los Gobiernos de la República Dominicana, Irlanda, Noruega y Suecia, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la Oficina de Coordinacion de Asuntos Humanitarios de la ONU y el Programa Mundial de Aliments convocaron el encuentro de alto nivel.