Un hombre se protege de la lluvia con un plástico en Cuba
Ida llega a Cuba, y con él, sus rachas de viento de hasta 140 kilómetros por hora. Es su primer huracán de la temporada ciclónica en el Atlántico. Tocó tierra primero en la Isla de la Juventud y luego entró por el extremo occidental del país.
Se intensificó rápidamente pasando de ser una tormenta tropical a un huracán de categoría uno sobre cinco al cruzar el oeste de la isla.
"Los fuertes vientos azotan todo; se llevó un techo allí", cuenta un residente de Batabanó.
El impacto de Ida dejó lluvias intensas en La Habana, a unos cien kilómetros del ojo del ciclón. Miles de personas han sido evacuadas.
"Estamos preparados con la Defensa Civil, con todo. Vivimos cerca de la costa, pero hasta ahora no corremos peligro si no aumentan las lluvias, ni las inundaciones", explica un joven.
A la espera de las evaluaciones de daños, por el momento no se han registrado muertos o heridos.
Pero el Centro Nacional de Huracanes prevé que Ida se fortalezca hasta convertirse en un huracán extremadamente peligroso de categoría 4, con vientos máximos de 225 km/h, antes de tocar tierra en la costa estadounidense del Golfo a última hora del domingo.
