La farmacéutica AstraZeneca, que ha desarrollado una de las vacunas contra el COVID-19, obtuvo un beneficio neto de 3.144 millones de dólares (2.592 millones de euros) en 2020, un 159% más que el año anterior.

En paralelo a la atención puesta al desarrollo de la fórmula contra el coronavirus, las ventas aumentaron considerablemente, un 9%, hasta los 26.600 millones de dólares en un año, impulsadas por nuevos medicamentos, como la fuerte demanda de productos contra el asma, entre otros.
En un comunicado remitido este jueves a la Bolsa de Valores de Londres, la empresa señaló que su beneficio antes de impuestos se situó en 3.916 millones de dólares (3.228 millones de euros), un ascenso del 152% frente al año anterior.
La farmacéutica indicó que está centrada en adaptar su vacuna contra el COVID-19, desarrollada junto a la Universidad de Oxford, a las nuevas variantes de la enfermedad, mientras que trabaja para reducir el tiempo necesario para la producción de la vacuna.
Los ingresos totales de AstraZeneca llegaron en 2020 a 26.617 millones de dólares ( 21.945 millones de euros), un alza del 9,1% frente a 2019, añadió la compañía, que ha destacado los importantes ingresos generados por el rápido desarrollo de nuevos fármacos, así como los avances para producir la vacuna contra el COVID-19.
El beneficio operativo en 2020 llegó a 5.162 millones de dólares (4.256 millones de euros), un alza del 77% frente a 2019.
La venta de productos farmacéuticos llegó el año pasado a 25.890 millones de dólares (21.346 millones de euros), un 9,8% más que en el periodo anterior, mientras que los ingresos por colaboraciones llegaron a los 727 millones de dólares (599 millones de euros).
Para el próximo año, AstraZeneca espera un crecimiento de las ventas de entre el 1% y 4% y una “aceleración” de los beneficios, pero subraya que esta previsión no incluye las ventas de la vacuna contra el virus, de la que publicará resultados por separado a partir del próximo trimestre.