AGENCIA EFENueva York
La actriz porno Stormy
Daniels dijo este martes en sus declaraciones como testigo en el
juicio penal contra el expresidente Donald Trump (2017-2021)
que odia al político republicano y que quiere que vaya a la cárcel si es declarado
culpable.
La también directora y guionista de cine adulto hizo
estas declaraciones cuando la defensa de Trump le preguntó por publicaciones
con esos mismos mensajes que había subido en sus redes, dos ideas que reiteró
hoy.
El candidato republicano
a las elecciones presidenciales de este año enfrenta 34 cargos, entre ellos el
de falsificación de documentos comerciales para ayudar a encubrir su aventura
extramarital con Daniels, y en caso de ser encontrado culpable podría enfrentar
varios años de prisión.
DETALLES ESCABROSOS
Daniels llegó al Tribunal
Penal de Nueva York vestida con una falda, camisa de tirantes gordos y cárdigan
largo de color negro, más unas gafas de pasta del mismo color y el pelo
desaliñado recogido en una pinza.
Los fiscales la
interrogaron durante más de dos horas, en las que describió un encuentro sexual
con Trump en 2006, cuando ella tenía 27 años y el magnate 59.
En sus declaraciones
detalló cómo tras una conversación de horas en un lujoso hotel de Nevada
tuvieron sexo sin usar preservativos, pero dijo no recordar cómo llegaron hasta
la cama, pese a no haber tomado ni alcohol ni drogas.
Tras estas declaraciones, la defensa de Trump intento
forzar la nulidad del juicio por el carácter explícito de las declaraciones en
las que ella describía el supuesto encuentro extramatrimonial de Trump.
El juez Juan M. Merchan
coincidió con el equipo legal de Trump en que los fiscales no deberían de haber
hecho algunas de las preguntas que hicieron a Daniels, pero no consideró que
eso mereciese invalidar el juicio.
Trump escuchó las
declaraciones mirando al frente con el ceño fruncido y después de la pausa de
la comida, como viene siendo actual en las últimas semanas, Trump se reclinó en
su silla y cerró sus ojos por largos periodos de tiempo.
LOS 130,000 DÓLARES
En el transcurso de las
varias semanas del juicio, el primero de este tipo a un exmandatario, el
exabogado de Daniels, Keith Davidson, dijo que negoció un pago de 130,000
dólares en 2016 para comprar el silencio de Daniels mediante un acuerdo de
confidencialidad que ocultase la aventura con el magnate diez años atrás.
El intermediario en esa
negociación fue Michael Cohen, antiguo abogado y mano derecha de Trump, quien
se espera ahora que sea uno de los testigos estrella de la Fiscalía.
Por su parte, la defensa de
Trump ha dejado entrever al jurado que ese pago podría considerarse una
extorsión por parte de la actriz y su abogado.
No obstante, Daniels dijo hoy que el dinero no era la
razón por la que aceptó el trato y que quería que se llegara a un acuerdo rápidamente
porque estaba preocupada por una amenaza que recibió, ultimátum que la defensa
intentó hoy desmentir apuntando a incoherencias en el testimonio de Daniels a
lo largo de los últimos años.
En su turno, la defensa
intentó pintar, en repetidas ocasiones, a la actriz como una mentirosa
impulsada por la codicia, usando extractos de un libro autobiográfico en el que
Daniels relata su historia con una versión distinta de los hechos.
El proceso se retomará el
jueves, al haber decretado el juez Merchan que los miércoles servirán de pausa
mientras continúe el juicio.