Kosovares de etnia serbia protestan contra la prohibición de usar la moneda serbia en su lugar de residencia, en la parte norte de Kosovska Mitrovica, Kosovo, el 12 de febrero de 2024. (Foto AP/Bojan Slavkovic)
(Bojan Slavkovic / Associated Press)
PRISTINA,
Kosovo —
Residentes de cuatro
municipios de mayoría serbia votaban el domingo sobre la destitución de
alcaldes de etnia albana tras las elecciones a alcalde del año pasado,
boicoteadas de forma mayoritaria por la población serbia, que es una minoría en
el país.
El referendo, respaldado
por Occidente, es un intento de rebajar tensiones entre Kosovo y la vecina
Serbia, dos países que aspiran a unirse a la Unión Europea. Sin embargo, el
principal partido de etnia serbia, Srpska List, que tiene estrechos lazos con Belgrado,
llamó a un boicot a los comicios del domingo.
Unas 46.500 personas
estaban llamadas a las urnas y había 47 centros electorales abiertos. Hacía
falta una mayoría de votos para que los alcaldes renunciaran.
El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, se ofreció
a celebrar nuevas elecciones en Mitrovica del Norte, Zvecan, Leposavic y Zubin
Potok si el 20% del electorado apoyaba una petición en las urnas. Los
residentes votaron a favor de la petición en enero.
Cuando los alcaldes albaneses asumieron sus cargos el
pasado mayo, los serbios kosovares chocaron con las fuerzas de seguridad,
incluido el contingente KFOR de fuerzas de paz lideradas por la OTAN, e
hirieron a 93 soldados
Serbia ha respaldado las peticiones de que los
alcaldes renuncien.
Las tensiones entre los dos países siguen siendo
altas.
Kosovo dio un paso importante el lunes hacia sumarse
al Consejo de Europa, el organismo de derechos humanos más importante del
continente, pese a la oposición serbia. Al día siguiente, las autoridades de
Belgrado impidieron que los kosovares volvieran a sus casas durante casi 20
años en los controles fronterizos, alegando motivos de seguridad. Pristina
acusó a Belgrado de “retener (a kosovares) como rehenes” por no haber
conseguido bloquear la membresía de Kosovo en el Consejo de Europa. Estados
Unidos y la UE condenaron los límites a la libre circulación entre los dos países.
Kosovo anunció este mes el inicio de su primer censo
nacional desde 2011, que incluirá sondear a la minoría étnica serbia en el
norte. El partido Srpska List ha rechazado el censo y llamado a un boicot,
señalando que es un intento del gobierno de Kurti de “confirmar su vergonzoso
proceso de expulsar (a unos 250.000) serbios”, en referencia a la guerra de
1999.
Estados Unidos y la Unión Europea están teniendo
problemas para reconducir el diálogo entre los dos países. Las conversaciones
siguen estancadas desde que un policía kosovar y tres hombres armados serbios
murieron en un tiroteo después de que 30 hombres enmascarados abrieran fuego
contra una patrulla policial cerca de la localidad kosovar de Banjska en
septiembre.
Bruselas ha advertido que al negarse a buscar un
compromiso, Serbia y Kosovo ponen en peligro sus posibilidades de unirse al
bloque. El grupo de 27 países quiere mantener el alineamiento de los Balcanes
occidentales —Serbia, Kosovo, Bosnia, Montenegro, Macedonia del Norte y
Albania— con Occidente mientras continúa la guerra de Rusia contra Ucrania. Los
seis países están en diferentes puntos del proceso de ingreso al bloque.
Semini informó desde Tirana, Albania.