agencia efeSan José
El desarrollo de la red de
telecomunicaciones de quinta generación (5G) en Costa Rica se
ha convertido en un punto de polémica entre Estados Unidos y China,
que esta semana ha tenido un nuevo capítulo con un cruce de declaraciones entre
altos funcionarios de ambos países.
Este jueves, la embajada de
China en Costa Rica emitió un comunicado en el que califica como "pura
mentira" unas declaraciones a medios costarricenses de la asesora adjunta
de Seguridad Nacional para Tecnología Cibernética y Emergente en
el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Anne
Neuberger, y del embajador itinerante de Estados Unidos para
Ciberespacio y Política Digital, Nathaniel Fick, quienes
cuestionaron a China en materia de tecnología y ciberseguridad.
"Las empresas de
telecomunicaciones de China operan en países de todo el mundo, incluyendo Costa
Rica, en estricta conformidad con las leyes del mercado y el principio de
competencia leal. El Gobierno chino nunca ha pedido a ninguna empresa ni ha
utilizado los servicios de telecomunicaciones para obtener datos de usuarios o
propiedad intelectual clave de otros países", indica el comunicado de la
embajada.
La embajada china dijo que
Costa Rica es un socio estratégico en Centroamérica y que apoya las relaciones
con otros países, pero expresó que se opone a "la intervención de una
tercera parte en las relaciones China-Costa Rica" y que
"rechaza el trato injusto y discriminatorio contra China".
"Para salvaguardar su
propia hegemonía y sus intereses económicos, Estados Unidos no cesa de
generalizar el concepto de seguridad nacional. Realiza durante largo tiempo
ciberataques, vigilancia y escuchas telefónicas a gran escala, de manera
organizada y sin distinción a gobiernos, empresas e individuos extranjeros,
incluso a sus aliados”, afirmó la embajada China.
EL ORIGEN DE LA POLÉMICA
La controversia surgió en
agosto de 2023 cuando el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, firmó por
decreto un reglamento que establece que para participar en los contratos para
5G, los países de origen de las empresas interesadas deben ser signatarios del
Convenio de Budapest sobre lucha contra la ciberdelincuencia.
China no es signataria de ese convenio, por lo cual
empresas como el gigante chino Huawei quedaron inhabilitadas para concursar.
El reglamento se
encuentra suspendido por una medida cautelar del Tribunal Contencioso
Administrativo, mientras se analiza el fondo.
A esto se suma la
creciente cooperación de Estados Unidos con Costa Rica en materia de
ciberseguridad que incluye 25 millones de dólares anunciados a finales de marzo
pasado, capacitaciones y otros proyectos de infraestructura digital.
El gobierno costarricense actual del presidente Rodrigo Chaves (2022-2026) ha recibido
tres visitas de la comandante del Comando Sur de Estados Unidos, Laura
Richardson, para anunciar proyectos de cooperación en materia de seguridad y
lucha contra el crimen organizado, con un especial énfasis en ciberseguridad.
En cuanto al reglamento
para la tecnología 5G, el presidente Chaves y su ministra de Ciencia,
Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones, Paula Bogantes, han sido férreos
defensores y lo han justificado en la defensa de la seguridad nacional e
incluso con críticas hacia China, país con el que Costa Rica estableció
relaciones diplomáticas en 2007.
"El país donde está
basado Huawei no tiene un régimen jurídico sólido para prevenir el espionaje.
El país donde está basado Huawei obliga a las empresas a pasarle al Estado
chino toda la información que pueda requerir. Esto no es contra Huawei, es por nuestra seguridad
nacional", manifestó el presidente Chaves el pasado 6 de diciembre.
Según han manifestado por separado Huawei y la
embajada China en San José, el Convenio de Budapest se refiere a la persecución
de los ciberdelincuentes y no a cuestiones técnicas de ciberseguridad.