(Mark Baker / Associated Press)
SYDNEY —
Un adolescente fue acusado de
herir a un obispo y a un sacerdote cristianos durante un servicio religioso, en
el segundo ataque con arma blanca de alto perfil registrado en Sydney en los
últimos días, que dejó a comunidades en vilo e hizo que las autoridades
pidiesen calma y que la sitiada iglesia instase a no tomar represalias.
El agresor, de 16 años, fue
neutralizado por la conmocionada congregación de la Iglesia del Cristo Buen
Pastor luego de que presuntamente apuñaló al obispo Mar Mari Emmanuel y al
sacerdote Isaac Royel durante una misa el lunes en la noche, que estaba siendo
emitida por internet.
La policía no comentó los
reportes de que los fieles de la iglesia ortodoxa asiria del suburbio de
Wakeley le cortaron los dedos al joven, pero confirmó que las lesiones que
presentaba en las manos eran “graves”.
El video del ataque se difundió rápidamente en las redes
sociales y una turba enfurecida se congregó ante la iglesia exigiendo venganza.
Arrojaron ladrillos y botellas a los agentes, que resguardaron temporalmente al
joven en el interior del templo por su seguridad. Muchos en la multitud
corearon “ojo por ojo” y “sáquenlo afuera”.
Varias personas, incluyendo algunos agentes de policía,
tuvieron que ser atendidos en hospitales tras los disturbios que se prolongaron
varias horas.
La iglesia dijo en un comunicado el martes que “denunciaba
las represalias de cualquier tipo”. La policía hacía guardia en torno a
mezquitas de varias zonas de Sydney el martes luego tras saberse que circulaban
mensajes de texto que instaban a la comunidad asiria a vengarse de los
musulmanes.
El primer ministro del país, Anthony Albanese, pidió a la
población que no tome la justicia por su mano.
“Entendemos la angustia y la preocupación existentes en la
comunidad, especialmente tras el trágico acontecimiento del sábado en Bondi
Junction”, dijo Albanese a reporteros refiriéndose al centro comercial
Westfield Bondi Junction.
La comisaria de la policía de Nueva Gales del Sur, Karen
Webb, declaró el martes que el ataque en la iglesia era un incidente terrorista,
pero no así el del centro comercial.
La calificación de terrorismo permite destinar más recursos
policiales al delito y permite que las autoridades puedan detener y registrar a
personas, recintos y vehículos sin necesidad de una orden.
“Creemos que hay elementos que se satisfacen en términos de
extremismo religiosos y, `por supuesto, intimidación de la población a través
de los actos de esa persona, al acudir a la iglesia, mientras se estaba
emitiendo en vivo, intimidar no solo a los feligreses presentes sino a los que
estaban viendo por internet y, posteriormente, las personas que acudieron al
exterior de la iglesia y los disturbios que se registraron”, explicó Webb.
La Organización Australiana de Inteligencia y Seguridad, la
principal agencia de espionaje del país, y la policía federal se han unido a la
policía del país en un grupo de trabajo antiterrorista para investigar quién
más pudo estar implicado en el ataque.
Según Webb, el joven era conocido por la policía, pero no
estaba en ninguna lista de vigilancia por terrorismo. Había sido condenado en
enero por una serie de delitos incluyendo posesión de una navaja automática,
portar un arma con intención de cometer una delito grave, acoso, intimidación y
daños a la propiedad, reportó la televisora ABC.
Un tribunal de Sydney lo dejó libre bajo fianza por buena
conducta, añadió la cadena.
En Nueva Gales del Sur, los delincuentes juveniles no
pueden ser identificados públicamente.
En un mensaje en redes sociales, la iglesia dijo que tanto
el obispo como el sacerdote estaban estables. En un comunicado, explicó que Mar
Mari Emmanuel, de 53 años y origen iraquí, estaba “mejorando”.
McGuirk informó desde Melbourne, Australia.