Un manifestante quema neumáticos durante una manifestación tras la dimisión de su Primer Ministro Ariel Henry, en Puerto Príncipe, Haití, el 12 de marzo de 2024.AFP
agencia efePuerto Príncipe
Las calles de Pétion-ville, en las colinas de Puerto Príncipe, volvieron
este miércoles a sembrarse de cuerpos, en la que es la única comuna de la
capital de Haití que aún no está completamente en poder de las bandas armadas.
Los al menos siete muertos aparecidos esta jornada en Pétion-ville se
suman a los otros quince cadáveres con los que amaneció hace dos días esa misma
zona, en circunstancias aún no esclarecidas.
En ambas
jornadas las imágenes fueron similares: cuerpos tiroteados (en esta ocasión algunos
en medio de llamas y otros ya carbonizados), camillas con fallecidos
introducidas en ambulancias o trabajadores cargando ataúdes.
De acuerdo
con las últimas informaciones colgadas por la Policía Nacional de Haití (PNH)
en las redes sociales, en el curso de una operación en Pétion-ville el jefe de
banda Mackandal fue herido de muerte.
También indicó que, después de disparar a una patrulla, tres
miembros de pandillas fueron abatidos y dos vehículos Inmovilizados.
Por otra parte, un agente de la Policía fue asesinado por
hombres armados en Delmas 72, comunicó el Sindicato Nacional de Policías
Haitianos (Synapoha).
La violencia
sigue muy presente en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, pese a las
patrullas de la Policía y el estado de emergencia y el toque de queda en el
departamento del Oeste, donde está la capital.
En las últimos días, esa violencia se ha trasladado del
centro de la ciudad a diferentes zonas de Pétion-ville, donde se registran
enfrentamientos entre bandas o hay ataques de las pandillas en su intento por
hacerse con el control de esas áreas, todo ello en medio de intensos tiroteos.
A la inseguridad ya existente, se suma que a principios de
mes unos 3.000 presos, entre ellos miembros y cabecillas de bandas, lograron
fugarse de las dos prisiones más importantes de la ciudad, tras ser asaltadas
por los grupos armados.
Una
ciudad paralizada en la que aumentan los desplazados
Todo ello repercute en el funcionamiento de la ciudad:
prácticamente no hay actividad comercial, las escuelas están cerradas y es
constante el ir y venir de personas que huyen de sus casas, de sus barrios,
hacia zonas consideradas más seguras.
Según los últimos datos de la Organización Internacional para
las Migraciones (OIM), la última escalada de la violencia en Puerto Príncipe,
que comenzó a final de febrero pasado, ha llevado a que más de 15.000 personas
se hayan convertido en desplazados.
En total,
más de 86.000 haitianos viven en 84 puntos de desplazamiento, por lo que se han
convertido en centros de refugiados en escuelas, iglesias y plazas públicas, en
los que sus habitantes sobreviven en condiciones insalubres e inhumanas.
Además, de acuerdo con la OIM, en menos de una semana 17.000
personas abandonaron la capital en busca de un lugar más seguro y se fueron con
familiares o amigos a otras provincias, con el peligro que conlleva viajar,
puesto que la ciudad y las carreteras están rodeadas por las bandas.
Esta agencia de Naciones Unidas calcula que, desde principios
de año, en el área metropolitana de Puerto Príncipe la población desplazada ha
aumentado en un 15 % y unas 160.000 personas no pueden regresar a sus hogares.
También la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de
la ONU, la OCHA, considera que los tres primeros meses de este año han sido
penosos para miles de haitianos.
Mientras tanto, continúan las evacuaciones de extranjeros y,
este miércoles, Estados Unidos evacuó a una quincena de sus ciudadanos con un
vuelo de helicóptero de Puerto Príncipe a República Dominicana.
El Departamento de Estado de EE.UU. detalló que espera
evacuar de esta forma a unas 30 personas de nacionalidad estadounidense cada
día.
Todo ello ocurre mientras se espera la implementación del
consejo presidencial de transición, tras cuya constitución dejará el poder el
primer ministro haitiano, Ariel Henry, y también el despliegue de la misión
multinacional de apoyo a la seguridad que encabezará Kenia.