El 83% de los jóvenes usa las pantallas antes de dormir y el 84% presenta algún síntoma de insomnio.FUENTE EXTERNA
europa pressMadrid, España
El 83 por ciento de los
jóvenes de entre 18 y 34 años usa dispositivos electrónicos con pantalla en la
cama antes de dormir, con un tiempo medio de uso de 48,6 minutos, aunque el
33,5 por ciento afirma que los utiliza más de una hora, y, el 83,5 por ciento
presenta algún síntoma de insomnio nocturno, que podría estar influido por el
uso de luz artificial antes de dormir ya que esto altera la calidad del sueño.
Así lo revela el estudio '¿Cómo
duermen los jóvenes? Hábitos y prevalencia de trastornos del sueño en
España', realizado con una muestra de 3,400
jóvenes de entre 18 y 34 años por la Fundación MAPFRE, la Sociedad
Española de Neurología (SEN) y la Sociedad Española del Sueño (SES).
Este estudio pone de
manifiesto que, aunque los jóvenes consideran que dormir es tan importante como
cuidar la alimentación o practicar ejercicio físico, solo
un 24 por ciento reconoce dormir bien y lo suficiente ya que el 61 por
ciento resta horas de sueño para ocio por falta de tiempo durante el día, por
lo que el 33 por ciento afirma que duerme menos de siete horas.
En la mitad de los casos indican que tardan más de una
hora en dormirse, pero destacan que hay casi una hora de diferencia entre la
hora a la que se acuestan y la que consideran que realmente están listos para
dormir (sin ningún otro quehacer), usando casi una hora las pantallas en la
cama.
"La luz artificial
tiene un impacto totalmente negativo en el sueño ya que inhibe la secreción
propia de melatonina, que es la hormona que necesitamos para conciliar el sueño
y esto va a propiciar más dificultades para dormir y un sueño de menor
calidad", ha explicado la investigadora principal y neuróloga del Hospital
Universitario Parc Taulí de Sabadell, la doctora Marta Rubio, durante la rueda
de prensa de presentación este jueves.
Para mitigar el impacto
nocturno de los dispositivos electrónicos, un 59 por ciento asegura que adopta
medidas como "activar la función filtro de luz" o utilizar dispositivos
de "tinta digital". Canarias, Andalucía, Murcia y La Rioja son las
regiones en las que los jóvenes dedican más tiempo al uso de pantallas antes de
dormir.
Entre los problemas de sueño más frecuentes destaca
que: un 46 por ciento de los jóvenes tiene dificultad para conciliar el sueño,
un 47 por ciento se despierta más temprano de lo deseado, un 36 por ciento se
despierta por la noche y tiene problemas para volver a conciliar el sueño, y
únicamente el 16,5 por ciento afirma dormir bien.
La mayoría de los jóvenes
no refieren despertares nocturnos (61 %), mientras que el 39 por ciento sí
indican despertares frecuentes (más las mujeres y el tramo de 30 a 34 años). Un
27 por ciento admite distraerse con pantallas de dispositivos en los despertares
(más los hombres y los jóvenes de 18 a 23 años). La comunidad autónoma en la
que se refirieron más despertares nocturnos y un mayor uso de pantallas durante
los mismos es La Rioja.
Los jóvenes se suelen
acostar entre las 22.00 y las 00.00 horas los días víspera de laborable y entre
las 23.00 y las 2.00 horas los días víspera de festivo. Los hombres y la franja
de 18 a 29 años son los que se acuestan más tarde y las mujeres y los jóvenes
de 30-34 años son los que se levantan más pronto. Duermen una media de 7,6
horas al día (7,2 horas la víspera de laborable y 8,8 horas la víspera de
festivo).
Habitualmente, no duermen siesta, pero si lo hacen
(30%), suele ser más en días libres. En la mitad la duración es de 15-45
minutos, y en el 44 por ciento, más de 45 minutos, con una media de 50 minutos
de duración.
Por otro lado, la mitad
muestran dificultades para levantarse por las mañanas, requiriendo el uso de
alarma o de alguien que les despierte en un 77 por ciento de los casos. Afirman
tener la oportunidad y tiempo suficientes para dormir en la mayoría de los
casos. Los encuestados de la franja de 24 a 34 años son los que más admiten no
tenerlos.
Por comunidades
autónomas, los encuestados de Castilla y León y País Vasco son quienes más
tarde se van a la cama cuando al día siguiente tienen una ocupación. Mientras
que los participantes de Cantabria, Baleares y Andalucía son los que más tarde
lo hacen cuando al día siguiente tienen libre.
Así, La Rioja, Baleares,
Comunidad Valenciana, Asturias, Castilla La-Mancha y Canarias son las
comunidades autónomas donde más tendencia hay a dormir menos del tiempo
recomendado.
EL 19% ATRIBUYE EL INSOMNIO A PROBLEMAS DE SALUD MENTAL
El informe analiza también
el estado de salud mental de los jóvenes y su relación con la falta de descanso
y, en este sentido, indica que uno de cada tres (29,3%) afirma tener un
problema de salud mental diagnosticado. Así, el 19 por ciento atribuye los
problemas de insomnio a trastornos de salud mental.
La ansiedad y la depresión
son las enfermedades más comunes en este grupo de edad, con un 21 y 11 por
ciento respectivamente. Entre las emociones más frecuentes, un 69 por ciento
admite haber estado "estresado o nervioso" a menudo en el último mes,
así como "desanimado" (58%).
Las principales causas a
las que atribuyen los síntomas de insomnio son: problemas de salud mental
(19%), trastornos del sueño diagnosticados (13%), efectos secundarios de un
medicamento (9%), enfermedades médicas (9%), y consumo de alcohol (6%) y de
alguna otra droga (6%).
En este contexto, del 83,5
por ciento de los jóvenes que reconoce tener síntomas relacionados con el
insomnio, únicamente el 12,8 por ciento cumpliría criterios clínicos de
trastorno de insomnio crónico (TIC); el 6,8 por ciento sería compatible el
síndrome de retraso de fase (SFR), caracterizado por una demora en el
sueño/vigilia respecto al ciclo día/noche; así como el síndrome de sueño
insuficiente (SSI), cuyos síntomas sufre el 3,8 por ciento de los jóvenes y que
se define como el sueño más corto de lo recomendable para la edad.
Los principales síntomas
diurnos como consecuencia de dormir mal o menos de lo necesario por la noche
son: cansancio o fatiga (54%), dolor de cabeza (40%), mal humor o irritabilidad
(34%), problemas de atención, concentración o memoria (30%), somnolencia diurna
(29%), falta de motivación o iniciativa (29%), preocupación o insatisfacción
con el sueño (26%), dificultades de rendimiento académico o laboral (21,5%),
complicaciones en la conducta, como hiperactividad o impulsividad (12%), etc.
EL 62% DE LOS JÓVENES CONSUME ESTIMULANTES COMO EL CAFÉ O REMEDIOS PARA
CONCILIAR EL SUEÑO
Por otro lado, la encuesta
destaca un elevado consumo de sustancias estimulantes como en los jóvenes ya
que el 62 por ciento afirma consumir café, el 35 por ciento té, el 46 por
ciento refrescos de cola con cafeína, y el 25 por ciento consumen bebidas
energéticas con cafeína.
El alcohol es la sustancia
depresora más consumida entre los jóvenes encuestados, refiriendo un 39 por
ciento de ellos un consumo de al menos una vez al mes y, en un 10 por ciento de
los casos se admite que la razón de consumir alcohol por la noche es para
conciliar el sueño.
Por otro lado, el cannabis
es consumido por un ocho por ciento de los jóvenes y, de estos, el 63 por
ciento refiere que lo consumen por la noche como ayuda a dormir, ascendiendo al
73 % en la franja de mayor edad (30-34 años).
Asimismo, un 15 por ciento
de los jóvenes afirma consumir remedios sin receta (melatonina, preparados de
hierbas, cannabidiol, doxilamina) como ayuda para dormir, habitualmente de
forma ocasional (3% cada día o casi cada día, 4% 1-3 veces por semana, 8% 1-3
veces al mes). No hay diferencias en su consumo entre sexos y se consume más en
la franja más joven, de 18-23 años (19%).
Los fármacos hipnóticos
para dormir con receta son consumidos por un nueve por ciento de los jóvenes,
habitualmente de forma semanal.