Las aterradoras cifras de personas y familias muertas, heridas y
mutiladas continúan creciendo en cada boletín de actualización humanitaria,
mientras la ayuda humanitaria, entre ellas, la ayuda médica, llega a
cuentagotas entre medias del indiscriminado e incesante bombardeo israelí sobre
la Franja de Gaza.
La
situación de los habitantes de Gaza "empeora por momentos", declaró
el martes la Organización Mundial de la Salud, tras algunos de los bombardeos
israelíes más intensos en el enclave desde que militantes de Hamás mataran a
unas 1200 personas en el sur de Israel y tomaran unos 240 rehenes el 7 de
octubre.
Desde
la ciudad meridional de Rafah, Rick Peeperkorn, representante de la agencia de
la ONU en los Territorios Palestinos Ocupados, describió un nuevo derramamiento
de sangre tras la reanudación de los bombardeos israelíes el pasado viernes.
"La
situación empeora por momentos", declaró Peeperkorn a los periodistas en
Ginebra por videoconferencia. "Es decir (...) se están intensificando los
bombardeos por todas partes e incluso aquí, en las zonas del sur, Khan Younis e
hasta en Rafah".
El
médico señaló que en los dos últimos días también se había producido "un número cada vez mayor" de
desplazados internos que viajaban desde la zona central "e incluso ahora
desde las zonas del sur", temiendo por sus vidas.
Haciéndose
eco de estas preocupaciones, el portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para
la Infancia (UNICEF), James Elder, citó el derecho internacional humanitario
que obliga a los militares a "tomar todas las medidas posibles" para
proteger a los civiles.
No es
aceptable declarar unilateralmente que deben ir a "supuestas zonas
seguras", insistió, cuando en realidad se trata de "aceras" o
"edificios a medio construir" sin agua, cobijo ni saneamiento,
explicó.
"Una
zona libre de bombardeos no significa que sea una zona segura, ya que algunas
zonas no lo están", dijo Elder.
Cifra de muertos
La
rueda de prensa humanitaria se produjo mientras la Oficina de Coordinación de
esa ayuda (OCHA) informaba de que entre la tarde del 3 de diciembre y la tarde
del 4 de diciembre al menos 349
palestinos murieron y 750 resultaron heridos, según el Ministerio de
Sanidad de Gaza.
Al
menos 15.523 palestinos han muerto en Gaza bajo los bombardeos israelíes, de
los cuales un 70% son mujeres y niños. Muchos, además, están desaparecidos,
presumiblemente bajo los escombros de los edificios bombardeados, a la espera
de ser rescatados o recuperados.
También
murieron tres soldados israelíes, según fuentes de ese país, dijo OCHA en su
última actualización de emergencia.
Además,
desde el 7 de octubre, 244 palestinos, entre ellos 65 niños, murieron a manos
de las fuerzas israelíes en Cisjordania y otras ocho personas, entre ellas un
niño, han sido asesinadas por colonos judíos.
Antes del 7 de octubre, la cifra de palestinos muertos en 2023 se elevaba
ya a más de 250.
Ocho de cada 10 gazatíes sin hogar
Según
la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNWRA), casi 1,9 millones
de personas, más del 85% de la población de Gaza, se han visto desplazadas en
toda la Franja desde el 7 de octubre.
Casi
1,2 millones de desplazados internos han encontrado refugio en 156
instalaciones de la UNRWA en las cinco gobernaciones de la Franja de Gaza,
incluyendo el norte y la ciudad de Gaza, dijo la agencia de la ONU.
También
confirmó que al menos 19 compañeros más habían muerto durante los ataques
aéreos, lo que eleva el total a
130 trabajadores
humanitarios desde el 7 de octubre. "También nosotros corremos
peligro mientras caminamos", declaró la UNWRA, citando a uno de sus
asesores, cuyo único nombre es Jehan. "Nuestras vidas están paralizadas
(...) Aquí huele a muerte. Pero estamos decididos a vivir".
Ayuda vital
En
medio de la desesperada escasez de todos los suministros humanitarios, la OCHA
informó de que el domingo llegaron al enclave unos 100 camiones de ayuda, junto
con 69.000 litros de combustible. Las mismas cantidades llegaron a Gaza el
sábado, lo que sigue siendo "muy inferior" a la media diaria de 170
camiones y 110.000 litros de combustible entregados durante la pausa en los
combates del 24 al 30 de noviembre.
"Es demasiado poco, es demasiado poco",
afirmó el Peeperkorn de la OMS, quien dijo que en medio del "creciente
desastre" de Gaza, se necesitaban más medicamentos, alimentos, agua y
combustible.
Describiendo
la infraestructura sanitaria de Gaza como "paralizada", con
"casi ningún centro sanitario funcional en el norte", aparte del
hospital Al-Ahli, inundado por múltiples casos de traumatismos y falta de
suministros, el médico expresó su profunda preocupación por que las mismas
escenas desesperadas pudieran repetirse en el sur.
La difícil situación de los pacientes
De una
capacidad de 3500 camas antes de la escalada del 7 de octubre, el enclave
cuenta ahora con sólo 1500, explicó.
"Si
miras a tu alrededor, apenas
quedan hospitales (en el norte). Así pues, hemos visto lo que
ocurrió en el norte de Gaza y, por supuesto, nos preocupa profundamente que
esto no sea -no debería ser- un modelo para el sur".
El
funcionario de la OMS también confirmó que el domingo se habían trasladado
suministros médicos de dos almacenes de Khan Younis a Rafah. Esto se hizo
después de que se advirtiera que los almacenes estaban "en una zona en la
que se había dicho a la población que evacuara y que muy probablemente se
convertiría en una zona de combate activo en los próximos días", explicó.