El pasado 30 de noviembre, cuando el mundo entraba en el espíritu de fin de año y tenía los ojos centrados en la Copa del Mundo en Qatar, debutó un programa que pronto se consideró un paso adelante en el avance de la inteligencia artificial: ChatGPT.
Este
nuevo sistema puede generar contenidos escritos de forma altamente coherente y
muy parecidos a los creados por los humanos.
A
pesar de los errores y carencias que aún existen, la capacidad ya demostrada
por el programa, y su potencial para mejorar a largo plazo, despierta no solo
admiración, sino también temores.
Basta con mirar la cantidad de reseñas que asocian ChatGPT con la palabra "amenaza". Muchos sienten que el programa parece demasiado convincente al imitar el habla de un ser humano y prevén la aparición de problemas.
Son interrogantes sobre la posibilidad de una fuerte ruptura en áreas como la creatividad, el aprendizaje y la educación, el trabajo, la seguridad digital y la democracia misma, como se afirma en un artículo reciente de The New York Times.
¿Qué es el programa?
ChatGPT
es, básicamente, un robot virtual (chatbot) que responde una variedad de
preguntas, realiza tareas por escrito, conversa con fluidez e incluso da
consejos sobre problemas personales (aunque se advierte que no tiene este
objetivo).
Sus
posibilidades de generar contenido son inmensas.
Puede,
por ejemplo, enseñarte a preparar un stroganoff —y con un giro diferente en la
receta, si lo especificas—, darte consejos para conseguir un trabajo, escribir
poesía, trabajos académicos y también redactar una carta de reconciliación para
un amigo del que te has distanciado.
ChatGPT
responde en cuestión de segundos a una petición aleatoria sobre cómo
"escribir un poema sobre inteligencia artificial al estilo de Carlos
Drummond de Andrade"; la calidad del resultado, dependiendo de quien lo
critique, puede ser discutible.
Según las
pruebas de SEO.ai, ChatGPT está disponible en casi 100 idiomas,
pero el rendimiento del modelo varía según el idioma (funciona mejor en
inglés).
El sistema fue desarrollado por OpenAI, empresa fundada en 2015 en EE.UU. por Sam Altman (hoy su principal figura) y por el omnipresente Elon Musk (quien la abandonó en 2018 por considerar que había un conflicto de intereses con su principal empresa, Tesla).
Elon Musk fue uno de los fundadores de la plataforma, pero luego dejó su participación porque lo consideraba un conflicto de intereses con su compañía Tesla.Cinco días después de su lanzamiento, ChatGPT llegó a más de 1 millón de usuarios (quienes, irónicamente, tienen que ser humanos; tienes que demostrar que no eres un robot al iniciar sesión). Estas interacciones se están utilizando para entrenar y desarrollar el modelo.
OpenAI dice
que el uso será gratuito y abierto a todos durante esta etapa de "prueba e
investigación", lo que lleva a los expertos a especular sobre los futuros
tipos de monetización de la herramienta.
La compañía
también advierte que, en ese período, el software "puede generar
ocasionalmente información incorrecta o engañosa" y que su historial de
datos se limita a 2021.
A pesar de ser señalado como una posible amenaza a la hegemonía de Google como facilitador de información en internet, el sistema aún comete errores graves, como decir que Brasil ha ganado al menos cinco premios Oscar (de hecho, el país nunca ha ganado una estatuilla).
¿Por qué ChatGPT se considera un gran
avance para la IA?
Los
potentes programas de inteligencia artificial basados en texto funcionan
almacenando cantidades gigantescas de datos (con énfasis en palabras y
conversaciones en este caso) y con algoritmos para predecir la mejor
formulación de una oración.
Estos se
denominan modelos de lenguaje grande (LLM, por sus siglas en
inglés).
El
profesor de la Unifesp Álvaro Machado Dias, neurocientífico, explica que
durante la capacitación del software, al chatbot se le hacen preguntas como
"¿qué es un cilindro?" y los técnicos elaboran sus propias
respuestas.
"Si
la respuesta del chatbot no es válida, las correctas se insertan en el sistema
para enseñarle. Esto se pasa a otras situaciones automáticamente".
A pesar
de ya utilizar una modalidad que logra entender el contexto del uso de las
palabras, permitiendo concatenar mejor los textos, los programas anteriores no
respondían tan bien al usuario o aún sonaban muy artificiales.
ChatGPT
aprendió a hablar de una manera más cercana a un humano.
Machado Dias dice que lo que diferencia a este programa es el uso de una técnica que entiende cómo funciona el lenguaje: el refuerzo del aprendizaje a través de la retroalimentación humana (RLHF).
Los
ingenieros aplican métodos de "recompensa" y "castigo" para
enseñar al sistema las formas de interacción más deseables. Es un proceso de
ajuste fino.
Fuente BBC News Mundo