EFE
Ankara,
Turquía
Decenas
de deportistas turcos de disciplinas como el fútbol, el voleibol, el balonmano
o la lucha libre quedaron sepultados bajo los escombros de viviendas y hoteles
tras los derrumbes provocados por el terremoto de magnitud 7,7 que ha dejado ya
casi 1.800 muertos.
Entre los
siniestrados se encuentra el portero del Yeni Malatyaspor, de la segunda
división de fútbol turca, Ahmet Eyup Turkarslan, que, según medios
turcos, quedó atrapado entre las ruinas del edificio de la ciudad de Malatya en
el que se encontraba junto a su mujer, que sí ha sido rescatada.
También se
desconoce la suerte de la mayoría de jugadores del equipo masculino de
voleibol de esta ciudad de Anatolia oriental, que juegan la segunda
división turca. Los jugadores han quedado sepultados en los cascotes del hotel
Kircuval, en el que estaban alojados. Tres integrantes del equipo han
sido rescatados.
En la misma situación se encuentran catorce jugadoras del Hatay, un equipo de voleibol femenino
de la ciudad del mismo nombre que es capitalde la provincia del extremo sur de
Turquía, y los futbolistas del Marasspor de la segunda división turca.
El
seleccionador turco y medallista olímpico de lucha libre Taha Akgul ha escrito
en Twitter que entre treinta y cuarenta deportistas del equipo de lucha
de la ciudad de Kahramanmaras -capital de la provincia del mismo
nombre de Anatolia suroriental- están atrapados bajo los escombros y necesitan
ayuda urgente.
La
tragedia también ha afectado al balonmano. El internacional turco de este deporte Cemal
Kutahya y el técnico del Hatayspor Savas Yuksel también están bajo las
ruinas de uno de los edificios que ha colapsado en Hatay, según un comunicado
de la Federación Turca de Balonmano. Los equipos de rescate intentan salvarlos.
El epicentro del potente terremoto se halló en Pazarcik en la provincia de Kahramanmaras, según el servicio de emergencias turco Afad, aunque el observatorio sísmico de Kandilli lo ubica en Sofalici, en la provincia vecina de Gaziantep, unos 40 kilómetros más al sur.