Santo Domingo, RD.- (EFE).- Los obispos dominicanos
emitieron este viernes una carta pastoral en la que aseguran que, "al poner
su oído y corazón en el pueblo", pueden "escuchar voces" que
claman por la solución de "tantos males" como la corrupción, la
pobreza extrema y la falta de oportunidades.
La
Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) también cuestionó la falta de
empleos "dignos" y la "deficiencia" en los servicios de
salud, educación, agua, electricidad y transporte.
El
documento "La sinodalidad, camino de la identidad eclesial", deploró
el "auge" de la delincuencia en República Dominicana, "en cuya
raíz encontramos diversos factores como un sistema socioeconómico excluyente,
la desintegración familiar, etcétera".
La carta
pastoral fue emitida a propósito de la celebración mañana en el país del Día de
la Virgen de la Altagracia, "madre espiritual y protectora" de los
dominicanos.
"Es
el individualismo la raíz de muchos males de la sociedad que destruyen la vida,
además de la ambición desmedida de riquezas como la fuente que conduce a la
explotación desproporcionada de los recursos naturales", aseguraron los
obispos.
La cúpula
de la Iglesia católica dominicana afirmó que ante la "pobreza
espiritual" del hombre moderno, invita a la sociedad a "abandonar el
egoísmo y salir al encuentro del otro, a pasar del individualismo que divide a
la comunión que unifica".
En ese
orden, alentaron a los ciudadanos a "propiciar la creación de espacios
para la participación equitativa de los bienes económicos en todos los niveles
de la sociedad, colaborando con las autoridades, instituciones y personas en la
búsqueda del bien común".
La carta pastoral
es uno de los documentos oficiales de la CED, donde los obispos se dirigen
especialmente a la feligresía católica, tocando un tema doctrinal, catequético,
pastoral y teológico.
El tema
de este año surge a propósito del Sínodo de la Sinodalidad 2021-2024:
"Iglesia sinodal: comunión, participación y misión".
Convocado por el papa Francisco, se trata de un tiempo de "reflexión profunda" sobre los nuevos desafíos que presenta el mundo moderno y cómo la Iglesia puede responder a ellos. EFE