Unsplash/Jana Shnipelson La UNESCO promueve la seguridad de los periodistas mediante la concientización mundial.
Tras
varios años de descensos consecutivos, 86 periodistas y trabajadores de los
medios de comunicación fueron asesinados en todo el mundo en 2022, uno cada
cuatro días, informó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura.
El alza
de homicidios durante el año pasado supone romper una tendencia a la baja
observada recientemente: de los 99 asesinatos en 2018, la cifra había
descendido a una media de 58 asesinatos al año entre 2019 y 2021, según el Observatorio
de Periodistas Asesinados de la UNESCO.
La
Organización entiende que estos registros representan “un recordatorio
de las crecientes fisuras en los sistemas del Estado de derecho en todo el
mundo, y ponen de relieve el incumplimiento por parte de los Estados de sus
obligaciones de proteger a los periodistas y prevenir y perseguir los crímenes
contra ellos”.
América Latina es la región más mortífera para los periodistas
América
Latina y el Caribe fue la región más mortífera para los periodistas en 2022,
con 44 homicidios, más de la mitad de todos los asesinados en el mundo.
México
encabeza la lista de los países que registraron un mayor número de homicidios
con 19 asesinatos,
seguidos por Ucrania con diez y nueve en Haití.
Casi la
mitad de los informadores fallecidos se encontraban de viaje, en sus
domicilios, en aparcamientos y otros lugares públicos fuera de su lugar de
trabajo. Una tendencia al alza durante los últimos años que, según la UNESCO,
“implica que no existen espacios seguros para los periodistas, ni siquiera en
su tiempo libre”.
Se dobla el número de muertes en
naciones sin conflictos
Aunque
creció el número de reporteros asesinados en países en conflicto -de 20 en
2021, a 23 en 2022-, el aumento global se produjo mayoritariamente naciones con
ausencia de enfrentamientos donde casi se doblaron los fallecimientos, al pasar
de 35 casos en 2021 a 61 en 2022.
Las
principales causas de los asesinatos fueron las represalias por informar sobre
el crimen organizado, los conflictos armados o la cobertura de temas
comprometidos como la corrupción, los delitos contra el medio ambiente, el
abuso de poder y las protestas.
Un 86% de asesinatos queda sin
castigo
Pese a
ciertos avances durante los últimos cinco años, el índice de impunidad
de los asesinatos de periodistas sigue siendo extremadamente alto, un 86%.
Además de
asesinatos, otras formas de violencia contra los periodistas fueron las
desapariciones forzadas, los secuestros y las detenciones arbitrarias, el acoso
y la violencia en las redes, en particular contra las mujeres periodistas.
La
directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, instó a las autoridades a
“redoblar sus esfuerzos para poner fin a estos crímenes y garantizar que sus
autores sean castigados, porque la indiferencia es un factor importante en este
clima de violencia".
Con
motivo de la celebración del Dia Internacional para Poner Fin a la Impunidad de
los Crimenes contra Periodistas, celebrado a principios de noviembre, el
Secretaria General de la ONU, aseguró que es esencia “poner fin a una
cultura común de impunidad y permitir que los periodistas hagan su trabajo
esencial”.
Para que
una democracia funcione es vital que haya una prensa libre, sin embargo, sólo
este año, más de 70 periodistas han sido asesinados por desempeñar su labor,
además de que un número récord está en la cárcel y las amenazas de
violencia y muerte son cada vez más, añadió António Guterres.
Guterres
mencionó también el aumento de la desinformación, el acoso en línea y el
discurso de odio, en particular contra las mujeres periodistas, entre los
factores que sofocan a los trabajadores de los medios en todo el mundo.