AP
Washington
El
explosivo estilo gerencial de Elon Musk en Twitter ha mermado las filas de los
ingenieros de software que mantienen en funcionamiento la plataforma, a tal
grado que expertos del sector y los programadores que han sido despedidos o han
renunciado esta semana creen que Twitter podría irse estropeando y colapsar
pronto.
Musk puso
fin a una discusión muy pública con casi dos docenas de programadores
fundamentales para la estabilidad de la plataforma al ordenar su despido esta
semana. Cientos de ingenieros y otros trabajadores renunciaron después de que
Musk les exigiera que se comprometieran a trabajar de forma “extremadamente
dura” o que renunciaran con una indemnización por despido.
Las
nuevas salidas significan que la plataforma está perdiendo trabajadores justo
cuando se prepara para la Copa del Mundo en Qatar, que se inaugura el domingo.
Es uno de los eventos más concurridos de Twitter, cuando oleadas de tuits
estresan fuertemente sus sistemas.
“Sí
parece que va a reventar Twitter”, comentó Robert Graham, un veterano
empresario de la ciberseguridad. “No veo cómo no se apagarán las luces en
cualquier momento”, aunque muchas de las recientes salidas de Twitter auguraban
una muerte más gradual.
Cientos
de empleados señalaron que se marchaban antes de la fecha límite del jueves, y
publicaron mensajes de despedida, un emoji de saludo y otros símbolos
familiares en el tablón de mensajes interno de la compañía en Slack, según los
empleados que aún tienen acceso. Decenas de ellos también han anunciado su
partida públicamente en Twitter.
Esta
semana, algunos se enfadaron tanto por la imprudencia percibida de Musk que
tomaron Twitter para insultarlo. “Bésame el trasero, Elon”, dijo una ingeniera,
añadiendo marcas de lápiz labial. Había sido despedida.
La
dirección de Twitter envió un correo electrónico sin firmar después de la fecha
límite del jueves en el que informó que sus oficinas estarían cerradas y que el
acceso con tarjeta de identificación de los empleados estaría deshabilitado
hasta el lunes. No se dio ninguna razón, según dos empleados que recibieron el
correo electrónico, uno que aceptó la indemnización y otro que sigue en nómina.
Ambos hablaron bajo condición de anonimato por temor a represalias.
Con un
escuadrón de programadores de Tesla a su lado mientras desvalijaba un espacio
de trabajo que solía ser agradable, Musk no parecía alarmado.
“Los
mejores se quedan, así que no estoy superpreocupado”, tuiteó el también
director general de Tesla y SpaceX el jueves por la noche. Pero pronto quedó
claro que algunos equipos de programación cruciales habían sido completamente
desbaratados.
Como
muestra de la escasez de programadores, Musk envió el viernes correos
electrónicos a todos los empleados en los que convocaba a “cualquiera que
escriba software” a su puesto de mando en la décima planta de Twitter a las
14:00 horas, pidiendo que volaran a San Francisco si no eran locales, dijo el
empleado que renunció el jueves pero que seguía recibiendo correos electrónicos
de la empresa.
Tras
hacerse del control de Twitter hace menos de tres semanas, Musk echó a la mitad
de los 7.500 empleados a tiempo completo de la empresa y a un número
incalculable de trabajadores independientes responsables de la moderación de
contenidos y de otras tareas cruciales. Luego llegó el ultimátum de esta
semana.
Tres
ingenieros que se marcharon esta semana describieron para The Associated Press
por qué esperan que los más de 230 millones de usuarios de Twitter se sientan
bastante incómodos ahora que más de dos tercios de los ingenieros de los
servicios centrales de Twitter se han ido. Aunque no prevén un colapso a corto
plazo, Twitter podría volverse muy áspero en los bordes, especialmente si Musk
hace cambios importantes sin muchas pruebas fuera de la plataforma.
Los
signos de desgaste eran evidentes antes de la salida masiva del jueves. La
gente reportó ver más spam y estafas en sus feeds y en sus mensajes directos.
Los ingenieros informaron de tuits caídos. La gente recibió extraños mensajes
de error.
Pero nada
crítico se ha descompuesto. Aún.
“Hay una
quiniela para cuándo ocurrirá eso”, dijo uno de los ingenieros, quienes
hablaron bajo condición de anonimato por temor a las represalias de Musk que
podrían afectar sus carreras y finanzas.
Otro dijo
que si Twitter ha estado apagando servidores y “de repente entra un gran
volumen, podría empezar a colapsar”.
“El
Mundial es el mayor evento para Twitter. Es lo primero que aprendes cuando te
incorporas a Twitter”, indicó.
Con los
despidos previos de empleados de curaduría, las páginas de tendencias de
Twitter ya sufrían. Los problemas técnicos comenzaron el martes cuando Musk
anunció en Twitter que había comenzado a cerrar “microservicios” que
consideraba “bloatware”, o software de relleno, innecesario.
“¡En realidad
se necesita menos del 20% para que Twitter funcione!”, tuiteó.
Eso
generó oposición de los ingenieros que le dijeron a Musk que no tenía idea de
lo que decía.
“Los
microservicios son la forma en que la mayoría de los grandes servicios web
modernos organizan su código para permitir que ingenieros de software trabajen
de manera rápida y eficiente”, explicó Gergely Orosz, autor del blog Pragmatic
Engineer (Ingeniero pragmático) y exprogramador en Uber. Hay muchos servicios
de estos, y cada uno administra una funcionalidad diferente. En lugar de probar
la eliminación de microservicios en un entorno simulado de la vida real, al
parecer el equipo de Musk ha estado actualizando Twitter en vivo en las
computadoras de todos.
Y de
hecho, un microservicio falló brevemente: aquel que las personas usan para
verificar su identidad en Twitter a través de mensajes SMS cuando se registran.
Se llama la autenticación de dos pasos.
“Alcanzaste
tu límite de códigos SMS. Vuelve a intentar en 24 horas”, aconsejó Twitter cuando
un reportero intentó descargar su historial de publicaciones. Por suerte,
funcionaba la verificación alterna por correo electrónico.
Uno de
los ingenieros que recientemente dejó Twitter y que trabajaba en servicios
centrales, le dijo a la AP que los equipos de ingeniería pasaron de unas 15
personas antes de la llegada de Musk —sin incluir a los líderes de los equipos,
que fueron todos despedidos— a tres o cuatro antes de las renuncias del jueves.
Después
de eso se fue más conocimiento institucional que no puede reemplazarse de la
noche a la mañana.
“Todo
podría fallar”, dijo el programador.
Para
algunos servicios, se necesitan seis meses para capacitar a alguien para
trabajar una rotación de guardia, dijeron los ingenieros. Dichas rotaciones
requieren que los programadores estén disponibles a todas horas. Pero si la
persona de guardia no está familiarizada con el código base, las fallas pueden
tener una reacción en cadena mientras revisan frenéticamente los manuales de
referencia.
“De
haberme quedado estaría constantemente de guardia con poco apoyo por un periodo
indeterminado en varios sistemas complejos adicionales en los que no tengo
experiencia”, tuiteó Peter Clowes, un ingeniero que aceptó la indemnización por
despido.
“Para
operar sistemas incluso relativamente aburridos se necesitan personas que sepan
a dónde ir cuando algo falla”, indicó Blaine Cook, ingeniero fundador de
Twitter, quien se fue en 2008. Es peligroso reducir drásticamente la fuerza
laboral de programación a un equipo mínimo sin primero blindar el código,
agregó. “Es como decir: ‘Estos bomberos no hacen nada. Así que los despediremos
a todos’”.
A los
ingenieros también les preocupa que Musk cierre las herramientas para la
moderación de contenido y para la eliminación de material ilícito que las
personas suben a Twitter, o que no haya suficientes trabajadores para operarlas
adecuadamente.
Otra
preocupación son los hackers. Cuando han infiltrado el sistema en el pasado,
reducir el daño depende de su rápida detección y expulsión.
No está
claro cómo la limpieza interna de Musk en Twitter ha afectado a su equipo de
ciberseguridad, que en agosto sufrió un gran golpe en sus relaciones públicas
cuando el muy respetado jefe de seguridad despedido por la empresa este año,
Peiter Zatko, presentó una denuncia que afirma que la plataforma era un caos de
ciberseguridad.
“Gran parte de la infraestructura de seguridad de una organización grande como Twitter está en las cabezas de las personas”, dijo Graham, el experto en ciberseguridad. “Y cuando se van, sabes, todo se va con ellos”.