AFP
Doha,
Catar
Un
doblete de Bruno Fernandes le dio a Portugal un triunfo el lunes por 2-0 sobre
Uruguay y el boleto anticipado a octavos de final del Mundial de Catar-2022,
mientras que la 'Celeste' se complica el pase a los cruces.
El
volante del Manchester United abrió la cuenta de manera fortuita a los 54
minutos, cuando buscó con un centro a Cristiano Ronaldo, que saltó a cabecear
pero no tocó el balón y con ese movimiento desconcertó a un lento portero
celeste Sergio Rochet.
A los
90+3, con un penal señalado por el VAR por mano de Josema Giménez, Bruno
Fernandes liquidó el partido, que se jugó en el estadio Lusail de Doha ante
88.668 espectadores, por la segunda fecha del Grupo H.
De esta
manera Portugal llegó a seis puntos y se unió a Francia y Brasil en octavos de
final, mientras que Uruguay quedó sumamente comprometido con una sola unidad.
Más
temprano, Ghana venció a Corea del Sur por 3-2 y trepó al segundo lugar, con
tres puntos.
Ghana
enfrentará a Uruguay el viernes en el cierre de la fase de grupos en el
escenario ideal para tomarse venganza de la recordada derrota en penales (4-2)
ante la Celeste en cuartos de final de Sudáfrica-2010.
A los
africanos les bastará con un empate, mientras que la Celeste solo le sirve la
victoria y esperar que Corea del Sur no gane a la 'Seleçao' y, si lo hace, por
qué diferencia de goles, ya que los asiáticos tienen -1 y los sudamericanos -2.
Dominio estéril
El once europeo se fue adueñando de a poco del balón, con un William Carvalho
imperial en mitad del campo.
El
volante central de 30 años, nacido en Luanda (Angola), y que juega en el Betis,
recuperaba los tibios intentos de la Celeste por progresar y absorbió a Fede
Valverde.
La
Celeste se fue recostando cerca de su área y le cedió la iniciativa a su rival,
en el que Cristiano Ronaldo se mostraba movedizo, pero no era bien asistido.
Joao
Felix y Bruno Fernandes tampoco aparecÃan y entonces el trámite se volvió
monótono, anunciado.
Portugal
tenÃa el balón, lo movÃa de un lado al otro en mitad del campo pero no pisaba
el área charrúa.
La
Celeste se sentÃa cómoda, esperaba agazapada su oportunidad. Esta llegó a los
32, cuando Rodrigo Bentancur tomó un balón en su campo, salió despedido hacia
el área lusa, dejó a dos rivales por el camino en la media luna y el portero
Diogo Costa le achicó y le tapó el remate.
El
volante del Tottenham, que a los seis minutos recibió la amarilla de parte del
árbitro iranà Alireza Faghani, comandaba la presión sobre la salida portuguesa
y los llevaba a jugar para atrás.
Cinco
minutos más tarde el lateral Nuno Mendes, que habÃa estado en duda por una
dolencia, cayó sólo al piso y pidió el cambio.
Mendes,
que se retiró llorando de la cancha directo al vestuario, fue sustituido por
Raphael Guerreiro.
Apareció Bruno
Sobre los 50 minutos el encuentro se detuvo porque un individuo con una bandera
arcoÃris y una camiseta con un mensaje a favor de las mujeres iranÃes y en
contra de la invasión rusa en Ucrania invadió el campo de juego, constataron
periodistas de la AFP.
Después de
atravesar la cancha en dos ocasiones corriendo, fue detenido por la seguridad
el estadio y escoltado con tranquilidad por los agentes, constataron los
periodistas.
Este
suceso se produce en un contexto de fuertes crÃticas a Catar, organizador del
Mundial, por el incumplimiento de derechos fundamentales, sobre todo en
relación con el colectivo LGBT+, en un paÃs en el que la homosexualidad está
perseguida judicialmente.
Eso
pareció despertar a Bruno Fernandes, que cuatro minutos después, casi sin
querer, abrió el tanteador y guio el camino de Portugal a octavos de final.