AFP
Estados
Unidos
La
fiscalía del estado de Nueva York anunció el martes un acuerdo sin precedentes
con la diócesis católica de Buffalo por la cual sacerdotes sospechosos de
abusos sexuales serán sometidos a supervisión judicial, tras décadas de
escándalos y silencio de la Iglesia estadounidense.
La
Iglesia católica en Estados Unidos ha estado sacudida por las revelaciones de
delitos sexuales cometidos por sacerdotes, especialmente contra menores. En
diciembre de 2019, el papa Francisco anunció la renuncia del obispo Richard
Malone, obispo de Buffalo, la segunda ciudad del estado de Nueva York,
implicado por su manejo de un escándalo de pedofilia.
Luego de
investigaciones en las ocho diócesis católicas del estado de Nueva York y de
una demanda de noviembre de 2020 de la fiscal general estatal, Letitia James,
la Diócesis de Buffalo y sus sacerdotes, sospechosos "de manera
creíble" de abuso sexual o complicidad, deberán ahora someterse al control
de funcionarios judiciales y policiales.
Las
auditorías serán supervisadas por Kathleen McChesney, ex subdirectora ejecutiva
de la policía federal (FBI) y especialista en escándalos sexuales dentro de la
Iglesia católica estadounidense, según un comunicado de la fiscal James.
"La
Diócesis de Buffalo y sus dirigentes han fracasado durante demasiado tiempo en
su misión principal de guiar y proteger a nuestros niños", señaló James,
una funcionaria electa demócrata.
La fiscal
general del estado de Nueva York lamentó que "al optar por defender a los
perpetradores de abusos sexuales en lugar de a los más vulnerables, la Diócesis
de Buffalo y sus dirigentes han dañado la confianza de los fieles y provocado
en muchos una crisis de fe".
La
Iglesia católica de Buffalo, que representa a unos 600.000 feligreses, ahora
tendrá que someterse al "control y la responsabilidad" de la justicia
del estado de Nueva York, escribió James, insistiendo en que "nadie está
por encima de la ley y quienes la violan en el estado de Nueva York siempre
deberán rendir cuentas".
Los dos
ex obispos de Buffalo, Richard Malone y Edward Grosz, nunca más podrán ocupar
cargos en organizaciones benéficas religiosas o laicas en Nueva York.
Además de
la Diócesis de Buffalo, cuya crisis se conoce desde 2018, el ex obispo de la
capital del estado de Nueva York, Albany, Howard Hubbard, admitió bajo
juramento en un tribunal en 2021 haber estado al tanto durante 25 años, desde
1977 hasta 2002, de abusos sexuales a menores, sin tomar nunca las medidas
pertinentes.
Su
testimonio no se hizo público hasta marzo pasado.