AFP
San Juan,
Puerto Rico
El
huracán Fiona azota este domingo Puerto Rico, dos días antes del quinto
aniversario de la llegada del huracán María que devastó la isla.
Fiona,
que ya ha sumido a todo este territorio estadounidense en la oscuridad, tocó
tierra a las 15H20 (19H20 GMT) cerca de Punta Tocón (suroeste), informó el
Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
La
tormenta se encuentra a unos 15 km al oeste de Mayaguez, en la costa occidental
de Puerto Rico, y avanza con vientos de hasta 140 km/h hacia la República Dominicana según el
último boletín del NHC.
República
Dominicana, que espera ser impactada por el fenómeno en la madrugada del lunes,
suspendió la jornada laboral del lunes y declaró en alerta roja a 13 de sus 32 provincias ubicadas al norte y al este
del país.
De
momento es de categoría 1, la más baja de las cinco en la escala de
Saffir-Simpson, pero se espera que "se fortalezca aún más en las próximas
48 horas", indicó el NHC.
El temporal ha provocado un apagón general en la isla desde poco después de las
13H00 (17H00 GMT), informó la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico, la
corporación pública a cargo de la generación de electricidad.
Esa
entidad ya ha conseguido reiniciar varios generadores, un primer paso hacia el
restablecimiento de la red eléctrica, indicó su director, Josué Colón, en una
entrevista televisiva.
Según los
protocolos establecidos, una vez logre reactivar esa red, la autoridad
intentará restablecer primero el servicio a hospitales y otros edificios
gubernamentales que ofrecen servicios esenciales.
- Ríos desbordados -
"Toda
la isla está experimentando una gran acumulación de agua", indicó
por la tarde el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, en rueda de
prensa.
Las
autoridades informaron de daños graves en muchos pueblos de Puerto Rico como
caídas de árboles y tendido eléctrico, deslizamientos de terreno, derrumbes,
obstrucciones en las carreteras.
En
Utuado, una localidad del centro de la isla, la crecida de un río se
llevó un puente por delante, según Pierluisi.
"Los
daños que estamos viendo son catastróficos en varias áreas", declaró el
gobernador.
El río
Grande de Loiza y el río Cagüitas, en el norte y centro de la isla, se
desbordaron en algunas áreas, informó en Twitter el Servicio Meteorológico
Nacional de Estados Unidos (NWS).
Según
medios locales, otros ríos se salieron de su cauce en el sureste de la isla,
inundando carreteras y zonas urbanas, y en la montaña y la zona suroeste,
varias familias perdieron el techo de sus casas por las ráfagas de vientos y
tuvieron que cobijarse en refugios habilitados por el gobierno.
El
huracán dejó a unas 196.000 personas sin agua potable, debido a los
apagones y las crecidas de los ríos, indicaron los autoridades.
Pierluisi
anunció la suspensión de las clases en las escuelas el lunes, ante pronósticos
de que las lluvias continuarán.
También
canceló el trabajo de los empleados gubernamentales, excepto aquellos que
ocupan puestos críticos o que proveen servicios esenciales durante la
emergencia.
El
presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó el domingo la declaración del estado de emergencia en Puerto Rico una medida
que permite liberar fondos federales para las labores de ayuda.
- "Niveles
catastróficos" -
"Las
condiciones van a estar bien favorables para que continúen subiendo estos
aguaceros desde el mar Caribe a niveles históricos, a niveles
catastróficos", dijo el Ernesto Morales, del NWS, en la misma rueda de
prensa que el gobernador.
Las
autoridades esperan 30 pulgadas (762 mm) de lluvia en dos días, ya que el lunes
también se prevén fuertes precipitaciones, indicó Morales.
Durante el huracán María, que azotó el territorio caribeño hace casi cinco
años, se alcanzaron las 40 pulgadas de lluvia (1.244 mm).
A raíz de
María, Puerto Rico quedó incomunicado y grandes áreas estuvieron sin electricidad
durante meses. Casi 3.000 personas murieron a consecuencia del desastre, según
el balance oficial.
Fiona ya
causó graves daños a su paso por Guadalupe el viernes por la
noche. En algunos lugares, el agua subió a más de 1,50 metros en ese
territorio francés. Un hombre murió allí, arrastrado con su casa por la crecida
de un río.
El
calentamiento de la superficie de los océanos aumenta la frecuencia de los
huracanes más virulentos, con vientos más fuertes y lluvias más intensas, según
expertos.