Por: Rubén
Peralta Rigaud
Miami,
Florida
Durante
el casting de Superman (Richard Donner, 1978), Sylvester Stallone fue
considerado para el papel entre cientos de actores. Finalmente, el entonces
desconocido Christopher Reeve fue elegido para lo que se convirtió en un papel
emblemático tanto para él como para las películas de superhéroes. Ahora, el rol
de Stallone en "Samaritan" lo trae de regreso al universo de Superman
más de 40 años después.
En
"Samaritan", Stallone interpreta a Joe Smith, un modesto
basurero que esconde un gran secreto al mundo. A raíz de una serie de
sucesos, un niño descubre que Joe es en realidad el superhéroe conocido como
Samaritan, desaparecido hace décadas.
El
nivel de fuerza sobrehumana e invulnerabilidad recuerda a Superman, aunque Joe,
en su vejez, es algo más susceptible a las lesiones y al dolor. Si bien la
identidad de Joe como Samaritan no establece un paralelo entre él y Kal-El, es
la curiosa coincidencia con el Hombre de Acero, junto con el hecho de que
Stallone encabeza una película de superhéroes con similitudes a Rocky y
Rambo.
Stallone podría
haber sido el último hijo de Krypton. A sus 78 años de edad, Stallone no ha
mostrado signos de desaceleración. Sus créditos cinematográficos recientes
incluyen The Suicide Squad, donde puso la voz a King Shark, así como las dos
primeras películas de Creed, en las que retomó uno de sus papeles más famosos
como el boxeador Rocky Balboa. Junto con Samaritan, las próximas películas de
Stallone incluyen The Expendables 4 y Guardians of the Galaxy Vol 3.
P. ¿Qué
le intrigaba de este universo al que abre la puerta Samaritan?
SS. La atmósfera
de la película es casi un reflejo de lo que está pasando en la actualidad. Una
parte importante para ser un héroe es cuidarse a sí mismo para poder cuidar a
los demás. Así que es una especie de cuento con moraleja, que cuando a menudo
te deshaces de tu héroe, a veces lo necesitas de vuelta, porque simplemente no
estás preparado para asumir la responsabilidad. Pero en este caso particular,
mi personaje tiene un asunto muy personal: no puede afrontar los hechos. Creo
que toda esa duda sobre qué significa ser un héroe, es lo que me atrajo a este
proyecto.
También lo hizo
la razón por la que Joe desaparece y decide hacer el trabajo anónimo del mundo,
un basurero. Nadie presta atención a estas personas. Sin embargo, cuando se
piensa en la labor que hacen, sin ellos, estamos en un gran problema. Así
que hay todas estas metáforas en la historia.
P. Antes
de ser actor y director, usted tuvo muchos trabajos no muy comunes, ¿pudo
conectar con estos sentimientos en el momento de crear Samaritan?
SS. No estás muy
lejos de la verdad, en Samaritan hay algo de mi experiencia de estar sobre el
terreno. He sido de todo, desde portero hasta camarero, pasando por
cortador de pescado, he trabajado en jaulas de leones y acomodador de cine
donde llevas el mismo esmoquin por semanas. Entiendo cómo funciona todo
el proceso. Y tienes que ser un poco humilde y hacer tu parte del trabajo con
humildad, para superar todo esto. Pero aprendes, realmente aprendes.
Ahora disfruto
más de actuar que cuando tenía 30 o 35 años. Cuando eres joven crees que lo
sabes todo y no sabes nada. Creo que el punto blando en la cabeza de un hombre
no se endurece hasta los 41 años. Mientras estás aprendiendo. Crees que lo
tienes bajo control, pero no es así, nunca se tiene todo controlado.
P. En
este proyecto hay algunas secuencias de acción intensas. ¿Puede hablar del
proceso de entrenamiento y de algunas de las secuencias en el plató?
¿Cuáles son las que realmente disfrutó?
SS. Hay un momento
en el que dices, ´no puedo hacer el Rambo de 29 años`, porque también tienes
que honrar a quien eres en la edad actual. Esa es la parte en la que ya
no eres quien eras, pero sigues estando ahí. De hecho, hay una línea en
la que empiezas a desmoronarte cuando dejas de preocuparte por todo, es decir,
por la vida, por ti mismo, por todo. Así que pensé que en este personaje
su rasgo característico sería su resolución. Y, aunque Joe todavía tiene
un gran poder físico, no está saltando por el aire. Ya no es ese tipo de
hombre.
Joe es un
individuo muy poderoso que vive en la realidad. No puede volar, puede ver a
través de las paredes, pero el fuego no sale de su boca. Es una especie de
superhéroe único, casi como un Hércules moderno, el tipo de héroe mítico. Y
creo que son aquellos con los que te puedes identificar, con los que son
eternos.
p. ¿Por
qué decidió que un superhéroe iba a ser su próximo papel en Hollywood?
SS. Odio
decirlo, pero en cierto modo nos convertimos en una marca o un producto.
Y cuando el público quiere verte y quieres que te vean. Un superhéroe es una
razón por la que verán esta película. Algunos actores son únicos, puede
ser superhéroes y luego ser nominados a premios, son actores de carácter, y son
realmente buenos en eso. Y pensé, vale, la gente me ve como Rambo, como Rocky,
como Demolition Man, así que por qué no agarrar ese nuevo personaje, uno muy
bueno, y añadirle algo de todos ellos.
p. ¿Qué
le hizo arriesgarse con un joven director como Julius Avery?
SS. Yo también
he dirigido algunas cosas, y es como si te sacaran el bazo por la nariz con un
tractor (risas). No es divertido, es un trabajo duro. La gente dice ´oh, es tan
glamuroso`, y no lo es, es brutal. Tiene un peaje en tu vida privada, olvídate
de dormir. Respondes a ocho mil preguntas al día. Es duro. Y luego tienes
la postproducción, así que no tienes vida, y sé que hay un cierto punto en el
que no estoy para esos trotes [risas], Y los directores jóvenes, tienen
hambre, están ansiosos, viven para estas cosas. Están es su momento, la
testosterona les sale por las orejas, se van a quedar despiertos hasta altas
horas de la noche y van a cumplir. Si vas a hacer ese tipo de película,
necesitas ese tipo de energía. Lo he hecho de la otra manera y no ha
funcionado muy bien.
P. ¿Qué
le diría a los fans de los superhéroes sobre lo que pueden esperar de
Samaritan?
SS. Puedes
esperar un héroe que será muy irregular y hace cosas irregulares. Eso es lo que
es. No es como si Rocky fuera un superhéroe, es un personaje que vive a pie de
calle. La película no está ambientada en un universo súper fantástico, más bien
lo está entre ladrillos, hormigón y situaciones identificables que vemos en
todos los barrios en los que vivimos. Eso es lo que me gustó.
P. ¿Cuál
fue su enfoque al explorar esto a través de su personaje y su actuación?
¿La lucha entre el bien y el mal?
SS. La batalla
entre el bien y el mal es eterna, siempre se da dentro de cada persona, somos
engañosos, podemos ser el más alto de los ángeles y el más bajo de los demonios
y todo en el mismo cuerpo. Siempre nos estamos preguntando ¿cómo nos criaron?,
¿cuál es nuestra ética?, ¿qué nos excita y qué nos rompe el corazón?
Joe (el
personaje) encuentra objetos rotos en la basura, lo que es simbólico para
él. Los intenta arreglar porque puede arreglarlo todo, excepto a sí
mismo. Entonces llega un niño y lo arregla de inmediato, sin saber cómo, pero
lo arrastra a la luz. Joe se da cuenta de que el niño es muy vulnerable, que
necesita un padre y que lo ha adoptado a él como adulto. Y no tiene otra
opción. Ahí sale el héroe.