PMA Niños del condado de Fangak, en el estado de Jonglei, comen una comida cocinada a base de sorgo. El PMA suministra raciones de alimentos a familias en situación de inseguridad alimentaria con sorgo, aceite, sal, guisantes y maÃz, Sudán del Sur 20 de enero
Se revierten los
avances hacia el hambre cero para 2030
“El
mundo está retrocediendo en sus esfuerzos por acabar con
el hambre, la inseguridad alimentaria y la desnutrición para 2030, un objetivo
establecido por las Naciones Unidas en 2015”, afirma la edición correspondiente
a 2022 del Estado de la Seguridad Alimentaria y
la Nutrición en el Mundo, publicada este miércoles por cinco
organismo de la ONU.
Elaborado por la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo
AgrÃcola (FIDA), el Programa Mundial
de Alimentos (PMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), el estudio
destaca también el avance de la pobreza extrema y
la creciente desnutrición crónica.
El informe
indica que el número de personas afectadas por el hambre en el mundo llegó a 828
millones en 2021 -el 9,8% de la población mundial-, un aumento
de 46 millones desde 2020 y de 150 millones desde el comienzo de la pandemia de COVID-19.
El texto lamenta
las proyecciones para 2030, que apuntan a casi 670
millones de personas -el 8 % de la población mundial- todavÃa con hambre,
incluso calculando una recuperación económica global. El número no está lejos
al de las personas hambrientas en 2015, cuando se fijó la meta de poner fin al
hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición para fines de esta década
en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
PMA/WFP/Simon Pierre Diouf Miles de mujeres desplazadas en Nigeria que padecen hambre e inseguridad alimentaria dependen de la ONU para sobrevivir
Mujeres e inseguridad alimentaria
El estudio detalla que en 2021
unos 2300 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria a
nivel moderado o grave, 350 millones más que al principio de la pandemia; y
casi 924 millones -11,7% de la población mundial-, la enfrentaron en niveles
severos, un incremento de 207 millones en dos años.
Las cifras desagregadas marcan
que el 31,9% de las mujeres sufrió inseguridad alimentaria,
una proporción mayor que el 27,6% de los hombres afectados por el mismo
flagelo. Los números representan una brecha de género de 4 puntos porcentuales,
en 2020 la diferencia era de 3 puntos.
Las agencias refieren que cerca
de 3100 millones de personas no pudieron permitirse una dieta saludable en
2020, 112 millones más que en 2019, lo que refleja los efectos de la inflación
en los precios de los alimentos al consumidor derivados de los impactos
económicos de la pandemia de COVID-19 y las medidas implementadas para
contenerla.
UNICEF/Ismail Taxta Este pequeño de un año con desnutrición grave recibe atención en un hospital de Dolow, EtiopÃa.
Niños emaciados
Además, casi 45 millones
de niños menores de cinco años presentaron emaciación, la forma más
letal de desnutrición ya que aumenta hasta doce veces el riesgo de que mueran;
mientras que 149 millones de menores de cinco años tenÃan retraso en el
crecimiento y el desarrollo debido a la falta crónica de nutrientes esenciales
en sus dietas. Por otra parte, 39 millones tenÃan sobrepeso.
El estudio cita avances en
la lactancia materna exclusiva, con casi el 44% de los bebés
menores de seis meses del mundo alimentados sólo con leche materna en 2020. La
cifra aún está por debajo del objetivo del 50% para 2030.
PMA/Tsiory Andriantsoarana La pobreza y la sequÃa causaron un aumento grave del hambre en el sur de Madagascar.
Comida nutritiva para todos
Los autores del informe
consideran que, dadas la amenaza de la recesión mundial en puerta, y las
implicaciones que esto tiene sobre los ingresos y gasto públicos, una forma de
apoyar la recuperación económica serÃa reorientando el apoyo
alimentario y agrÃcola para enfocarse en alimentos nutritivos ya que
el consumo per cápita de éstos no coincide con los niveles recomendados para
dietas saludables
“La evidencia sugiere que si los
gobiernos reorientan los recursos que están utilizando para incentivar la
producción, el suministro y el consumo de alimentos nutritivos, contribuirán
a que las dietas saludables sean menos costosas, más asequibles y
equitativas para todos”, sostienen las agencias de la ONU.
Para concluir, plantean que los gobiernos podrÃan hacer más para reducir las barreras comerciales a los alimentos nutritivos, como frutas, verduras y legumbres.