La acusación del Ministerio Público vincula al sargento deportista Ricardo Enrique Pérez Mella alias Kike con dos empresas que, supuestamente, recibían información privilegiada sobre las licitaciones de la gestión de Jean Alain Rodríguez frente a la Procuraduría para alzarse con contratos y pagar sobornos.
Estas empresas fueron AM Multigráfica, S.R.L., y Soluciones
Globales Pérez Mella, S.R.L. Según el Ministerio Público, la relación de Pérez
Mella con el entramado se da por su amistad con Rolando Rafael Sebelén Torres
(a) Rafy, quien es cuñado del exprocurador Jean Alain Rodríguez y quien sirvió de
intermediario para que AM Multigráfica formara parte del círculo de empresas de
“confianza” de la Procuraduría. A cambio, Sebelén Torres recibía
dinero proveniente de la institución pública, retornados mediante el pago de
facturas, recursos entregados a estos acusados a título de sobornos y
pseudo “comisiones”.
Cabe resaltar que el sargento Kike es un testigo en el caso Medusa y
ni él ni sus empresas aparecen imputadas.
La acusación indica que, bajo el esquema
de corrupción, AM Multigráfica logró que la gestión del exprocurador Jean Alain Rodríguez Sánchez, le pagara el monto total de RD$
5,245,130 en el año 2017 y 2020 por dos órdenes de compra de gel antibacterial
y galones de alcohol, y otros dos pagos de facturas por materiales escolares.
De esta cantidad devolvió por 1.348
millones a Jonnathan Joel Rodríguez Imbert
(exdirector administrativo y financiero de la Procuraduría), y Sebelén Torres, originados en mercancías facturadas,
pagadas y no entregadas a la Procuraduría General de la República.
Según, el Ministerio Público, para el pago de estos sobornos o
coimas, denominados pagos de “comisiones”, el padre de Pérez Mella, Persiles Pérez Núñez (fenecido),
quien era el antiguo gerente y socio fundador AM Multigráfica, giró seis
cheques en el 2017 contra la cuenta de la empresa y otro ese mismo año a nombre
de su hijo, quien los canjeó y entregó en efectivo a los acusados Jonnathan
Joel Rodríguez Imbert (exdirector administrativo y financiero de la Procuraduría),
y Sebelén Torres.
Por otro lado, el órgano de persecución establece que la
empresa Soluciones Globales Pérez Mella, S.R.L., de quien Pérez Mella es
propietario, también fue beneficiada por la pasada gestión de la Procuraduría,
con pagos ascendentes a RD$ 99 millones, usando el mismo esquema de sobornos. De
esa cantidad, devolvió RD$ 759,636.80 a quien fuere técnico de Compras, Francis
Ramírez Moreno, por la no entrega de mesas y sillas licitadas.
Además, el expediente señala que Pérez Mella declaró
haberle entregado 100 mil pesos a la exencargada del Almacén de la Procuraduría,
Rainery Elizabeth Medina Sánchez, a cambio de su ayuda en la movilización y
supervisión de los mobiliarios de la última licitación sobre mobiliarios de
oficina.
El órgano acusador destaca que Kike le regaló a Jean Alain una estufa marca Wolf, valorada
en más de 400 mil pesos, a petición del cuñado Sebelén Torres (a) Rafy.
Indica que el entramado utilizó otros intermediarios para
percibir los sobornos, tal fue el caso del empresario José
Miguel Estrada Jackson, quien supuestamente recibió cinco millones de pesos de
la empresa Soluciones Globales. Pérez Mella canjeaba el dinero de los cheques
que erogaba a su nombre y lo entregaba a Sebelén Torres, a Rodríguez Imbert, a
Estrada Jackson o a quien le instruyera la estructura criminal.
El Ministerio Público estableció por las declaraciones del
acusado Pérez Mella, que el cuñado de Jean Alain recibió directamente la suma de
5.4 millones de pesos y los exfuncionarios Rodríguez Imbert y Rafael Antonio
Mercede Marte recibieron en el 2019, 6.850 millones, mientras que en el 2020
las coimas ascendieron los cuatro millones de pesos.
“Se ha constatado que estos sobornos fueron pagados, en su mayor parte, usando el método de canje de cheque a favor del propio girador, en este caso el señor Ricardo Enrique Pérez Mella (a) Kike, para luego de canjearlos entregarlos en efectivo a los intermediarios mencionados en el cuerpo de este relato”, aseveró el organismo de persecución en su acusación de 12,275 páginas. Por: Josefina Medina, para diario libre