Santo
Domingo, RD.
Proveer
energía eléctrica es un servicio que por sus características, y lo que
representa, es de interés público. Está vinculada al progreso y desarrollo de
la humanidad; desde su descubrimiento revolucionó el comportamiento de la sociedad,
en términos económicos y materiales. Impactó la existencia de los seres vivos.
El hombre es el más consciente de esto, y la utiliza para mejorar sus
condiciones de vida, acorde con los avances tecnológicos.
En
término coloquiales se habla de “la luz”; a la falta de electricidad se le
llama apagones y, en los niveles “de mayor abolengo”, a este servicio se le
identifica como “energía eléctrica”, reconociéndolo como medio indispensable
para el desenvolvimiento de las actividades cotidianas.
¿Es eficiente el gobierno en suministro de energía?
Para
responder a esta pregunta, consultamos técnicos especializados del partido,
especialmente el equipo que colabora con el Sector Externo, más la información
en los portales digitales de las instituciones. Las deficiencias son evidentes
y muy perjudiciales en estos momentos de crisis.
Las limitaciones
cuantitativas inciden en todo el acontecer de la vida hogareña y comercial,
afectando todo el sistema, disminuyendo el valor adquisitivo de los ingresos.
En el caso los sectores productivos, ante los déficits de “electricidad”, se
ven precisados a utilizar medios alternativos para la generación, lo que
aumenta el costo de producción, distribución y comercialización. Ésta es una de
las causas del aumento de la energía, que a su vez incide en el aumento de los niveles
de inflación.
¿Ha reducido el gobierno
el gasto corriente en el sector?
Esta
Administración requirió la firma de un pacto eléctrico, que entre otros
aspectos destaca la obligación de reducir las pérdidas y el gasto corriente,
sobre todo de personal. Es decir, la cantidad de dinero destinada a cubrir los
salarios de funcionarios y empleados. Al asumir la presente gestión, las
distribuidoras disponían de 7,400 empleados, aproximadamente; al mes de abril
de 2022 tenían registrados 7,617, como consecuencia de la política sustitución
de empleados, incremento de nómina, y de salarios.
En el caso de
Punta Catalina, técnicos calificados afirman que también se triplicaron la
nómina y los salarios del personal. Amén de sustituir los técnicos calificados,
sostienen que se gastaban unos US$300,000.00 mensual, y que al mes de abril del
cursante año se calcula en US$1,000,000.00 de dólares.
¿Han
disminuido las pérdidas?
Las pérdidas han
aumentado significativamente; éstas se miden si comparamos la cantidad de energía
adquirida versus la recuperación o cobros efectuados. Los técnicos en la
materia lo miden a través de un sistema denominado Cash Recovery Index. En
diciembre de 20212, éstas eran de 28%, actualmente superan el 35%.
Como
consecuencia de deficiencias y negligencia en la Administración, la central
termoeléctrica Punta Catalina, en las unidades 1 y 2, en tiempos distintos,
duró unos 70 días fuera de servicio, con la inestabilidad en la capacidad de
generación de energía, lo que provocó en ese momento prolongados apagones.
Así mismo, el
Comité de Compras de la CDEEE debió convocar licitación para la compra de
carbón, cal, filtro, y otros insumos, por un período de aproximado de un año.
Si lo hubiese convocado en enero del 2021, el valor del mercado era de 70
dólares por tonelada. Pero la falta de previsión condujo a que se convocara
para junio del mismo año; en ese momento la tonelada superaba los 100 dólares.
Solo dos empresas ofertaron, una a 150 dólares y otra a 387 dólares, se escogió
la última; lo que representa más de 300 dólares por tonelada, si se hubiese
comprado en el tiempo que correspondía.
Falta de gerencia en la
administración de lo público
Como se puede
apreciar, esta falta de gerencia en la administración de lo público, se
transfiere directamente en perjuicio del consumidor, razón por la cual cada vez
que un ciudadano ha recibido una factura en estos últimos seis meses, también
ha recibido un aumento acumulado, de aproximadamente el 40%.
Este incremento
en la factura, se produce porque todo el que oferta un producto, u ofrece un
servicio (empresas, comercios, clínicas) transfiere los costos adicionales al
consumidor final; que no soporta más cargas de las que ya tiene sobre sus
hombros, especialmente la gente humilde.
La razón
fundamental de estos desproporcionados aumentos, no está vinculada a la guerra
de Rusia y Ucrania, o a las consecuencias de la pandemia, u otra excusa de
carácter internacional; es puramente local. La actual administración, como ha
indicado el líder de la oposición, Leonel Fernández Reyna, vive en una burbuja
que no le permite comprender la gravedad de esta crisis.
Como
indicamos al inicio, la energía es un componente esencial, indispensable para
el desarrollo de todas las actividades, personales, comerciales y productivas;
por tanto, es un factor decisivo en el costo de la vida, en los precios de los
productos y servicios. Su incidencia en los niveles de inflación es decisiva,
lo que deja establecido que este incremento acumulado de aproximadamente un 40%
en la factura eléctrica, tiene efectos inflacionarios. Roberto Rosario
Márquez, para listín diario