Dimitri Medvedev y Vladimir Putin
El expresidente ruso Dmitri Medvedev expresó el martes con virulencia su odio a los rivales de Rusia, a los que tildó de “malnacidos” y “degenerados”, declaraciones que reflejan el endurecimiento de algunos responsables rusos en plena ofensiva contra Ucrania.
“Me preguntan a menudo por qué mis publicaciones en Telegram son tan duras. La respuesta es que los odio. Son unos malnacidos y unos degenerados”, dijo por este mismo canal Medvedev, de 56 años, y muy cercano al presidente Vladimir Putin.
“Desean nuestra muerte, la de Rusia. Pero mientras siga con vida, haré todo lo posible para que desaparezcan”, añadió, sin dar más detalles sobre a quién iban dirigidas estas declaraciones.
Medvedev, presidente entre 2008 y 2012, y primer ministro entre 2012 y 2020, ocupa actualmente el puesto de vicepresidente del poderoso Consejo de Seguridad ruso.

El alto funcionario fue el único presidente de un solo mandato en la Rusia postsoviética y cuando asumió el cargo en 2008, “cuidándole” el puesto a Putin (impedido entonces de un mandato consecutivo), prometió hacer de Rusia un país más libre y democrático, lo que generó unas esperanzas de cambio sin precedentes.
Pero su acuerdo en un congreso del partido gobernante Rusia Unida en septiembre de 2011 de renunciar voluntariamente a su pretensión de un segundo mandato e intercambiar puestos con el entonces primer ministro Putin le valió la burla no sólo de la oposición sino también de muchos de sus antiguos partidarios.