UNICEF/Giacomo Pirozzi Un niño de cuatro meses comiendo en un hospital de la provincia de Punjab (Pakistán).
Unicef advirtió este martes que
el número de niños con problemas graves de desnutrición ya crecía antes de que
el inicio de la guerra en Ucrania amenazara con sumir al mundo
en una espiral de la crisis alimentaria.
El estudio publicado este martes también
demuestra que la financiación mundial para salvar las vidas de los niños que
sufren de emaciación, una forma de desnutrición potencialmente mortal que
provoca una delgadez y debilidad extremas en los niños, también está en
peligro.
Una advertencia que llegó en boca
de la directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, al indicar que
"antes de que la guerra en Ucrania pusiera a prueba la seguridad
alimentaria en todo el mundo, los conflictos, las crisis climáticas y el COVID-19 ya causaban estragos
en la capacidad de las familias para alimentar a sus hijos".
Por ello, razonó que "el
mundo se está convirtiendo rápidamente en un polvorín de muertes infantiles
evitables y de sufrimiento infantil por emaciación".
Un producto básico para combatir
la desnutrición
Según los registros de UNICEF,
actualmente hay más de 10 millones de niños con emaciación grave -o dos de cada
tres- sin acceso al tratamiento más eficaz contra esa forma de desnutrición,
los alimentos terapéuticos listos para
el consumo (ready-to-use therapeutic food o RUTF por sus
siglas en inglés).
La agencia usa esta comida para
ayudar a millones de niños amenazados por la desnutrición aguda en todo el
mundo. Esta pasta elaborada con cacahuetes no requiere refrigeración y se
conserva fresca hasta dos años después de su fabricación. No es necesario
mezclarla con agua potencialmente contaminada y cada envase puede consumirse
directamente.
UNICEF advierte que la
combinación de varios impactos en la capacidad para acceder a los alimentos a
nivel global, encabezados por la guerra en Ucrania, la lucha económica en
algunos países por recuperarse de la pandemia y las condiciones persistentes de
sequía en algunas naciones debidas al cambio climático, están creando
las condiciones para un aumento significativo de los niveles mundiales de
emaciación severa.
El aumento pone en peligro la
vida de unos 600.000 niños
Al mismo tiempo, se prevé que el
fuerte aumento del coste de las materias durante los próximos seis
meses provocará un alza del 16% en el precio de este producto básico, del
cual UNICEF compra y distribuye el 80% del suministro mundial.
La agencia advierte que si se
mantienen los actuales niveles de gasto este incremento podría dejar sin acceso
a este tratamiento hasta 600.000 niños. Además, se prevé que los costes de envío
y entrega continuarán siendo elevados.
Russell destacó que para millones
de niños tener o no tener "estos sobres de pasta terapéutica marcan la
diferencia entre la vida y la muerte. Un aumento del precio del 16% parece
soportable en el contexto de los mercados mundiales de alimentos, pero al final
de esa cadena de suministro hay un niño gravemente desnutrido, para quien lo
que está en juego no es en absoluto asumible", dijo Russell.
La emaciación grave, que se
produce cuando los niños están demasiado delgados para su estatura provocando
un debilitamiento del sistema inmunitario, es la forma más directa, visible y
peligrosa de desnutrición. En todo el mundo la sufren al menos 13,6 millones de
niños menores de cinco años provocando una de cada cinco muertes en este grupo
de edad.
Los más afectados son los niños
asiáticos
Con cerca de uno de cada
veintidós niños sufriéndola, el sur de Asia sigue siendo el
"epicentro" de la emaciación grave, el doble que en el África
subsahariana, mientras que el resto del mundo se enfrenta a porcentajes
históricamente elevados.
Se prevé que 1,1 millones de
niños afganos sufrirán esta forma de desnutrición aguda, casi el doble que la
sufrida en 2018. En el Cuerno de África la sequía podría hacer crecer
rápidamente de 1,7 millones a dos millones el número de menores con emaciación
aguda, mientras que en el Sahel aumentaría un 26% en relación con 2018.
El informe advierte que la ayuda
para combatir este tipo de desnutrición es muy baja y las proyecciones apuntan
a una drástica disminución durante los próximos años, con pocas esperanzas de
recuperar los niveles anteriores a la pandemia antes de 2028.
La cantidad destinada a la
emaciación sólo representa el 2,8% del total de la Ayuda Oficial al Desarrollo
en el sector sanitario y el 0,2% del gasto total de ese tipo de asistencia.
UNICEF llama a los países a:
- Incrementar
los niveles de asistencia contra la emaciación en al menos un 59% por
encima de los niveles de Ayuda Oficial al Desarrollo de 2019 para ayudar a
todos los niños que necesitan tratamiento en 23 países
- Incluir
los tratamientos de emaciación infantil en los planes a largo plazo de
financiación de la salud y el desarrollo, de modo que todos los niños
puedan beneficiarse de ellos, no sólo los que se encuentran en situaciones
de crisis humanitaria.
- Garantizar
que los presupuestos destinados a abordar la crisis alimentaria mundial
incluyan asignaciones específicas para actuaciones alimentarias de
carácter terapéutico, con el fin de atender las necesidades inmediatas de
los niños que padecen emaciación aguda.
- Los
donantes y las organizaciones de la sociedad civil deben priorizar la
financiación de la emaciación para garantizar un ecosistema de apoyo de
donantes diverso, creciente y saludable