OIT/MArcel Crozet Una madre trabaja de sastre mientras cuida a su bebé en Suba, Kenia.
Los
empleados que gozan de una mayor cobertura en sus convenios colectivos sufren
menores diferencias salariales, afirma un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo que
revisó este tipo de negociaciones en 80 paÃses con diferentes niveles de
desarrollo económico y analizó los marcos legales y reglamentarios en 125
naciones.
El estudio
del organismo indica que más de un tercio de los empleados (el 35%) de 98
paÃses tienen sus salarios, su tiempo de trabajo y otras condiciones laborales
establecidas en sus convenios colectivos autónomos entre un sindicato y un
empleador o una organización de empleadores.
Pese a ello,
destaca una amplia gama de diferencias entre paÃses que van desde una cobertura
superior al 75% en muchas naciones europeas y Uruguay, hasta
menos del 25% en aproximadamente la mitad de los paÃses de los que reportan sus
datos.
El análisis
indica que este tipo de negociación colectiva también puede contribuir a
reducir las diferencias salariales entre hombres y mujeres. El 59% de los
convenios colectivos examinados incluyen una serie de acuerdos conjuntos entre
los empleadores y de las organizaciones de trabajadores (en particular, los
sindicatos) que abordan la desigualdad de género.
Entre estos
compromisos destacan la igualdad de remuneración entre hombres y mujeres por la
misma tarea laboral, la concesión de permisos parentales y familiares y la
forma en que se trata la violencia de género en el lugar de trabajo.
Una
herramienta útil para aliviar los efectos del COVID-19
Otro de los
factores que subraya el informe es la relevancia que tuvieron las negociaciones
colectivas a nivel de empleo y salarios durante la crisis económica que generó
el COVID-19. Los
convenios ayudaron a suavizar algunos de los efectos sobre la desigualdad y, al
mismo tiempo, reforzaron la fortaleza de las empresas y los mercados de trabajo
al apoyar la continuidad de la actividad económica.
AsÃ, varias
disposiciones como la adaptación de las medidas de salud pública y el refuerzo
de las medidas de seguridad de la salud en el lugar de trabajo, junto a las
bajas por enfermedad retribuidas y las prestaciones sanitarias previstas en
muchos convenios colectivos, contribuyeron a proteger a millones de trabajadores.
“Los
convenios colectivos firmados para facilitar el teletrabajo debido al COVID-19
evolucionan hacia marcos conjuntos más duraderos para las prácticas decentes de
trabajo a distancia e hÃbridas. Abordan cuestiones como los cambios
en la organización del trabajo, la formación adecuada y los costes relacionados
con el teletrabajo. Algunos incluyen la ciberseguridad y la
protección de datos”, detalla el organismo.
Varias
negociaciones colectivas reconsideran la naturaleza de las horas de trabajo
estableciendo periodos de descanso mediante el derecho a la desconexión,
fijando los dÃas y horas en que un empleado debe estar localizable, por un
lado, y aumentando la autonomÃa y el control del trabajador sobre su horario
laboral, por otro.
También
abarcan la inclusión e integración en la plantilla de los trabajadores fuera y
dentro de la empresa, asà como la igualdad de oportunidades.
El director
general de la Organización, Guy Ryder, declaró que los convenios colectivos
desempeñaron “un papel crucial” durante la pandemia ya que generaron capacidad
de resistencia, “protegiendo a los trabajadores y a las empresas”, y también
“garantizaron la continuidad de los negocios y salvaron puestos de trabajo e
ingresos”.
“Han
proporcionado un medio eficaz para que los empleadores y los trabajadores se
pongan de acuerdo sobre soluciones inclusivas a las preocupaciones o desafÃos
compartidos y mitiguen los efectos de las crisis actuales y futuras en la
economÃa, en las empresas y para los trabajadores", afirmó.