El Secretario General de la ONU
participó este martes en la ceremonia conmemorativa del Día Internacional de Recordación del Holocausto que tuvo lugar
en una sinagoga de Nueva York.
Este año, el
evento se lleva a cabo en vísperas de la jornada celebrada cada 27 de enero
para marcar el aniversario de la liberación del campo de
concentración nazi de Auschwitz-Birkenau por el ejército soviético en 1945.
Mediante un
mensaje de video, António Guterres afirmó que la esencia del trabajo de las
Naciones Unidas por la dignidad, los derechos humanos, la justicia y la paz
está ligada a la promesa de no permitir que un horror como ese
ocurra “nunca más”.
Guterres rindió
homenaje a los seis millones de judíos, romaníes,
sintis y otras víctimas que perecieron a manos de los
nazis.
“Seis millones
de futuros robados: cada uno un ser humano, cada uno un universo en sí mismo. Comunidades
enteras aniquiladas”, dijo.
Lamentablemente, el antisemitismo está resurgiendo, señaló aludiendo a los ataques verbales y materiales que se registran en recintos judíos en diversas partes del mundo.
ONU / Evan Schneide Imagen de archivo del campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, donde murieron más de un millón de personas, en su mayoría judíos, durante la segunda Guerra Mundial
Grietas en los cimientos de la
humanidad
El titular de la ONU explicó
que el antisemitismo y otras formas de intolerancia religiosa son
indicadores de las crecientes grietas en los cimientos de la humanidad común.
“Hoy, las grietas son imposibles
de ignorar”, apuntó y advirtió sobre muchas otras manifestaciones
contemporáneas del odio ancestral. “Asistimos a un alarmante resurgimiento de
la xenofobia y el odio”.
Afirmó que estos flagelos son
evidentes en las teorías de la conspiración que se convierten
en manifestaciones de antisemitismo y citó la estrella amarilla que portan
muchas personas que se movilizan contra las vacunas que protegen del COVID-19.
Además, esas señales de odio se
observan en los intentos de negar o minimizar el holocausto que
se propagan que se propagan en internet en medio de la ignorancia y el desdén.
Guterres indicó que es muy
preocupante que en la actualidad sólo la mitad de los adultos haya oído
hablar del holocausto.
La respuesta a tal
ignorancia debe ser la educación, apuntó apelando a todos los gobiernos del
mundo a enseñar los horrores del holocausto a los estudiantes.
Consideró que el conocimiento de
tan terrible periodo de la historia puede ayudar a que los jóvenes entiendan la
fragilidad de las instituciones y a que detecten los prejuicios, la
xenofobia y la retórica contra los refugiados que abunda en estos
días.
Foto ONU//Rosenberg Los delegados de 50 países se reunieron en la Conferencia de San Francisco para redactar el documento fundacional de la ONU.
Surgimiento de la ONU
En el 77 aniversario de la
liberación de Auschwitz-Birkenau, el Secretario General recordó que el
holocausto definió a las Naciones Unidas y recalcó el trabajo
que debe hacer la Organización.
“Nuestro nombre fue acuñado para
describir la alianza que luchaba contra el régimen nazi y sus aliados. Nuestra
Carta se redactó en San Francisco mientras se liberaba el campo de
concentración de Dachau. Las Naciones Unidas deben estar siempre en
primera línea de la lucha contra el antisemitismo y todas las formas de
fanatismo religioso y racismo”, puntualizó.
Guterres terminó su mensaje
llamando a mostrar firmeza contra el odio y la intolerancia en
cualquier lugar.
“Pongámonos de pie juntos por
los derechos humanos y la dignidad para todos”, subrayó.
Superviviente del holocausto
Otro de los oradores de la
ceremonia fue el rabino Arthur Schneier, sobreviviente del holocausto, quien
reafirmó el compromiso de dedicar su vida a erradicar el antisemitismo
y cualquier otra forma de odio.
El rabino deploró la
negación del holocausto y otros odios, exacerbados por la agitación social,
las redes sociales y las teorías de conspiración pandémica.
Al igual que el Secretario
General, el religioso aseveró que la educación es la herramienta para contrarrestar
las analogías e información distorsionada del holocausto y otras
manifestaciones de odio.
“No podemos cambiar el pasado,
pero debemos recordarlo, aprender de él y estar alerta especialmente en
estos tiempos difíciles”, acotó Schneier.