“He procurado que el Ministerio Público cumpla con el
reclamo social de perseguir la corrupción y el crimen organizado, sin obviar la
atención debida a los casos ordinarios”
SANTO DOMINGO (República Dominicana).- La procuradora general Miriam Germán Brito resaltó la independencia del Ministerio Público que encabeza amparada en su filosofía de solo regirse por el mandato de la Constitución y las leyes, al participar este martes como oradora invitada de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AmchamDR).
Germán Brito abogó porque la independencia de la
institución se apoye en algo más que en una coincidencia de un presidente de la
República “que no quiere intervenir ni interviene con el Ministerio Público y
una procuradora que no tiene aspiración de colocarse a los pies de nadie”.
En su discurso, resaltó la autonomía funcional,
administrativa y presupuestaria que reconoce al Ministerio Público el Artículo
170 de la Constitución de la República. “Yo supongo que cuando se habló de que
yo fuera la procuradora general, más de uno le dijo al presidente: ¿Usted está
seguro de poner a esa mujer? ¿Usted cree que va a poder hablar con ella?”, comentó
con una sonrisa.
La magistrada planteó la importancia de la unidad de
criterios entre los miembros del Ministerio Público, conforme a los
lineamientos institucionales y el respeto del debido proceso, para garantizar
la seguridad jurídica y la coherencia interna, pues “si cada uno pudiera
sostener una opinión diferente, habría tantos ministerios públicos como
funcionarios que componen el organismo”.
También resaltó la necesidad de que el Ministerio Público
pueda contar con los recursos presupuestarios necesarios para poder desarrollar
los planes que lo mantengan al servicio de la ciudadanía. “Nos hemos
acercado a diferentes estamentos que tienen que ver con el presupuesto y hemos
tratado de hacerles conciencia de nuestra situación y de lo que desearíamos
hacer, que no son cosas de capricho”.
Resaltó que el área de planificación estratégica realizó un
acercamiento con todas las fiscalías para realizar un inventario sobre sus
fortalezas y debilidades, “porque es muy distinto tú ver lo que te dice una
persona en un oficio que ver su situación real, cara a cara”.
Germán Brito resaltó que propugna porque los servidores del
Ministerio Público estén al servicio de los ciudadanos y ofrezcan una atención
con una mirada humana, sobre todo a las personas con mayores limitaciones
económicas que muchas veces hacen esfuerzos extraordinarios para desplazarse a
las fiscalías.
Advirtió, además, que se debe cuidar el delicado equilibrio
entre la búsqueda de la verdad, que anima la investigación penal, y el derecho
a la información de la ciudadanía. “Hay que evitar que la notoriedad de un caso
derive en la sobre-exposición mediática de las víctimas y los imputados. En el
primer supuesto, para evitar la revictimización; y en el segundo, la
estigmatización anticipada y el juicio paralelo”.
La magistrada expresó que a su llegada a la institución ha
procurado que el Ministerio Público cumpla con el reclamo social de perseguir
la corrupción y el crimen organizado, sin obviar la atención debida a los casos
ordinarios, y que el primer reto que ha afrontado en el Ministerio Público es
la restauración de la confianza pública “sin dejarnos arrastrar por el
populismo penal”.
Afirmó que “el proceso penal no implica pérdida de la
dignidad de las personas, por grave que sean las imputaciones, ni tiene cabida
para la comisión de arbitrariedades ni atropellos por parte de la autoridad”.
Agradeció la disposición de la
AmchamDR para apoyar iniciativas que fortalezcan al Ministerio
Público y sus servicios en la virtualidad. “El problema de la virtualidad no es
la virtualidad en sí, es la forma en que se inició, sin una adecuación previa,
y yo, como diría…, hablo con todos, y me doy cuenta que ahora una certificación
que, de tú a tú, con una secretaria te duraba dos días para conseguirla, ahora
te dura 15, se dan esas situaciones, y así no puede ser”.
“Pero yo no estoy contra la virtualidad por la virtualidad,
sino por la ausencia de un proceso de adecuación previo”, aclaró. En ese
contexto, se quejó de que “hubo cierre de juzgados de paz”.
“Por ejemplo, en Bonao había un juzgado de paz en el centro
de la ciudad, lo cerraron y trasladaron ese juzgado de paz al palacio de
justicia que queda en la autopista”, lamentó.
“El juzgado de paz es un tribunal de proximidad para la
gente de ese entorno; si tú se lo lanzaste para allá a una mujer que esté
reclamando una pensión, va a tener que tomar dos motoconchos para llegar allá”,
dijo.
“La digitalización no es mala en sí, es
la no adecuación previa que hubo y ahora hay cosas que cubrir para
hacerla, yo diría, que universal”, agregó.
En otro orden, lamentó que a su llegada a la Procuraduría
General “nos encontramos con muchísimas cosas que habían desaparecido,
archivos, material de computadoras, muchísimas cosas”.
Al finalizar su discurso titulado “Transformación del
Ministerio Público a la luz de la nueva visión institucional”, Germán Brito
reflexionó sobre la necesidad de que la sociedad dominicana se esfuerce en
erradicar la violencia contra la mujer. “Yo aspiro a que un día, ojalá sea
pronto, tengamos una generación de hombres que no le den a la mujer una mirada
de propiedad; que la vean como su igual, como la que camina junto a él; que no
es su posesión, es su compañera”.
Para cerrar su discurso, recurrió a la metáfora contenida
en una milonga. “En cuanto a mi carrera, por los años en ella, ustedes habrán
notado que este es el último eslabón y hace un tiempo oí en una milonga de
Emilio Gauna una expresión que desde entonces hice mía, que a Emilio Gauna el
valor le llegó cuando era debido y el coraje que pidió le fue concedido,
después se marchó tranquilo”.