Denuncian alianza entre ARS y grandes cadenas
de farmacias contra la pequeña y mediana empresa farmacéutica.
El presidente de la Asociación de Dueños de
Farmacias, Tony Rodríguez, advirtió a las autoridades de la Seguridad Social,
sobre el riesgo de desaparición que corren esos establecimientos por el
contubernio entre las ARS y nuevos detallistas con aspiraciones monopólicas en
el mercado detallista de los medicamentos.
Al ser entrevistado por la Licenciada Isabel
Acevedo, en el programa Sociedad y Seguridad Social, Rodríguez dijo que esa
relación ha creado una grave discriminación en la asignación de los códigos que
autorizan a las farmacias despachar medicamentos, en violación a las leyes y
reglamentos que rigen la materia.
Detalló que tal “acuerdo” es uno de los grandes
problemas que presentan las farmacias en estos tiempos, para dar cumplimiento a
los enunciados: universal, integral, unidad, accesibilidad y
flexibilidad, que establecen que esta sea de la Ley 87-01, en sus
artículos 04 y 120.
Estos enunciados están dedicados a velar porque
los servicios de salud sean de fácil adquisición para los afiliados, sin
discriminación y de accesibilidad sin dificultades.
Dijo que estos enunciados son violados, en el
caso de las farmacias, con la creación de monopolios y privilegios por parte de
las ARS, con los bloques monopólicos que se van creando, con su apoyo y contubernio
que permiten monopolizar el acceso de los afiliados a adquirir sus
medicamentos.
Con esta actitud, discriminan la accesibilidad
de los necesitados de medicamentos.
Denunció que otro gran problema, es que, cada
farmacia debe devolverle a las ARS el 10% de las ventas por recetas, por el
hecho de canalizar los códigos, motivo por lo que estas prefieren asignar
códigos a los grandes bloques o centro de distribución al público de los
medicamentos, discriminando a las farmacias medianas y pequeñas.
Esto hace que la ARS termina siendo mayor
beneficiaria que las farmacias, siendo facilitadora de esos códigos, y en
casos, solo son las únicas gananciosas, en violación de las leyes.
Detalla como competencia desleal y engaño,
tanto a las pequeñas farmacias, como al consumidor, los llamados descuentos de
10 y 20 por ciento en los precios, que ofrecen esos grandes distribuidores, ya
que reduce competitividad a las pequeñas y medianas farmacias.
Pidió la intervención urgente de los organismos
rectores de la aplicación de la Ley de Seguridad Social, 87-01, ya que esta
práctica dificulta la salud de los afiliados.
Esos descuentos no le convienen a nadie, ya que
al final no son reales, debido a que los fabricantes tienden a aumentar el
costo para poder aplicar esas rebajas a los distribuidores de medicamentos.
Detalló que la falsedad de esos descuentos se
expresa en que las farmacias tienen tope porcentual de ganancias de 22.5%, de
donde se extrae todos los gastos de personal, de operatividad y el 10% de las
ARS, lo que impide que se obtengan beneficios con esos falsos descuentos.
Sobre la distancia entre farmacias.
Del proceso de habilitación de farmacias como
prestadoras de servicios de la seguridad social, está encargado el ministerio
de Salud Pública, como órgano rector de los establecimientos dedicados a los
servicios de salud, regidos también por el reglamento 1138-03, sobre
habilitación y creación de establecimientos.
En estos están incluidos las farmacias,
laboratorios, centros clínicos, centros médicos privados, centro de atención
primaria de salud, del primer, segundo, tercer nivel, etc., centro de imágenes,
bancos de sangre; todos dedicados a darle atención, mediante la Ley de
Seguridad Social.
En el caso de las farmacias se inicia con el
distanciamiento de 500 metros mínimos, salvo cuando están en las plazas
comerciales como tales, aprobados en los planos sometidos y aprobados al
Ministerio de Obras Públicas, es decir, la ley 42-01, en su artículo 153,
regula actualmente el distanciamiento entre farmacias.
La Ley 42-01 establece categóricamente que las
farmacias en clínicas y centros médicos son ilegales, salvo las farmacias de
Promese/cal, por el alto contenido social que estas llenan.
Las que están prohibidas son las boticas
populares de propiedad privada porque estas no tienen el control de calidad que
debe regir el negocio de farmacia.
Explicó que el medicamento a despachar a un
paciente está regulado por la autorización que debe otorgar la ARS a la que
pertenece el paciente, por lo que, las farmacias no tienen control del monto ni
de los medicamentos que deben cubrirse a una receta requerida.
Un reglamento establece el catálogo de
medicamentos que solo se pueden despachar ocho mil pesos al año. Cuando la
receta supera esa cantidad, pues ya el seguro no le cubre.