El
índice de precios de los alimentos de la Organización
de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura ha encendido
la señal de la alarma: el coste de la comida se disparó el mes de octubre
alcanzando su nivel más alto desde el mes de julio de 2011.
El
listado, que sigue la evolución mensual de los precios internacionales de una
cesta de productos alimentarios, registró el mes pasado una media de 133,2
puntos, un 3% más que en septiembre, y siguió su tendencia al alza por tercer
mes consecutivo.
La
subida concreta del índice fue de un 3,2% respecto a octubre con un alza
de los precios mundiales del trigo en un 5%, en un contexto de escasez de las
reservas mundiales debido a la disminución de las cosechas
en los principales países exportadores, como Canadá, Rusia y los Estados Unidos
de América
El
del trigo no fue el único precio que creció ya que los precios internacionales
del resto de cereales importantes también aumentaron de mes a mes.
Pese
a que se prevé una producción mundial de cereales récord en 2021, sus
existencias mundiales se contraerán en el periodo 2021/22, según las nuevas
previsiones del Informe sobre la oferta
y la demanda de cereales publicados
hoy.
La producción
mundial de cereales prevista para este año se sitúa ahora en 2793 millones de
toneladas, un descenso de 6,7 millones de toneladas desde el anterior informe,
debido en gran parte a los recortes en las estimaciones de la producción de
trigo en Irán, Turquía y los Estados Unidos de América.
En cambio, la
producción mundial de cereales secundarios se ha revisado al alza. La revisión
al alza de la producción de maíz se debió a que los resultados de Brasil e
India fueron mejores de lo previsto y a la mejora de las perspectivas en varios
países de África Occidental. En comparación con el año pasado, se prevé que la
producción mundial de cereales aumente y alcance un nuevo nivel récord.
Pronosticado en
2812 millones de toneladas, el uso total de cereales a nivel mundial para el
periodo 2021/22 se encamina a un aumento del 1,7% respecto al nivel estimado
para 2020/21, encabezado por un incremento del consumo mundial de trigo, que
aumentará a la par que la población mundial.
También se prevé un
mayor uso del maíz para la alimentación animal y la industria que debería
contribuir al incremento anual pronosticado.
En cambio, se prevé
que las existencias mundiales de cereales disminuirán un 0,8% al cierre de la
campaña de 2022, situándose en 819 millones de toneladas, en
relación con sus niveles de apertura.
En consecuencia, se
pronostica un ligero descenso de la relación entre las existencias mundiales de
cereales y su utilización que pasaría del 29,4% en el ciclo 2020/21 al 28,5% en
el 2021/22.
Tras una revisión
al alza realizada este mes debido a un comercio mundial de trigo y arroz más
fuerte de lo previsto, ahora se prevé que el comercio mundial de cereales
aumente y alcance un récord en 2021/22, con 478 millones de toneladas, un 0,3%
más que en 2020/21.
El precio del aceite vegetal al
alza sin freno
El índice de
precios del aceite vegetal aumentó un 9,6% en octubre, alcanzando un
máximo histórico. El aumento se debió a la mayor cotización de los aceites
de palma, soja, girasol y colza. Los precios del primero de ellos subieron por
cuarto mes consecutivo en octubre, en gran parte por la persistente inquietud
debida a la escasa producción en Malasia donde hay escasez de mano de obra
migrante.
El coste de los
productos lácteos de la FAO subió 2,6 puntos con respecto a septiembre,
influido por una demanda mundial más firme de importaciones de mantequilla,
leche desnatada en polvo y leche entera en polvo, en medio de un contexto donde
los compradores pretenden asegurar suministros para acumular existencias.
Los precios del
queso se mantuvieron estables, ya que los suministros de los principales países
productores fueron suficientes para satisfacer la demanda mundial de
importaciones.
La carne y el azúcar, a la baja
El índice de
precios de la carne bajó un 0,7% respecto a su valor en septiembre, lo
que supone el tercer descenso mensual. Las cotizaciones internacionales de
la carne de porcino y de bovino cayeron por las menores compras de China de la
primera y al fuerte descenso de las cotizaciones de los suministros de Brasil
de la segunda.
En cambio, subieron
los precios de la carne de ave y de ovino impulsados por la elevada demanda
mundial y las escasas perspectivas de expansión de su producción.
El índice de
precios del azúcar bajó un 1,8% respecto a septiembre, marcando el
primer descenso tras seis aumentos mensuales consecutivos. La caída se
debió principalmente a la limitada demanda mundial de importaciones y a las
perspectivas de grandes volúmenes de suministros para la exportación de India y
Tailandia, así como al debilitamiento del real brasileño frente al dólar
estadounidense.