El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega (d), y la vicepresidenta, Rosario Murillo
Los países que repudiaron -y los que avalaron- la farsa electoral en
Nicaragua
Gran parte de la
comunidad internacional, con Estados Unidos y la Unión Europea (UE) a la
cabeza, denunciaron como ilegítimos los comicios organizados por el mandatario
sandinista, quien busca perpetuarse en el poder con el apoyo de Venezuela,
Cuba, Rusia e Irán.
El repudio es general. Solo un puñado de países avalaron la
farsa electoral montada por el dictador Daniel Ortega este domingo en
Nicaragua. A fuerza de represión, persecución y censura, y con siete
candidatos presidenciales opositores privados de su libertad arbitrariamente,
el mandatario sandinista, en el poder desde 2007, permanecerá en el cargo junto
con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, por un nuevo periodo de cinco
años.
Las reacciones de rechazo y desconocimiento a los resultados
difundidos por el Consejo Supremo Electoral (CSE) no tardaron en llegar.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvo que las
elecciones organizadas en Nicaragua por Ortega fueron “una pantomima ni libre,
ni justa, y ciertamente, no democrática”. Pese a que
el dictador sandinista se proclamó vencedor, Biden lo instó a tomar
“inmediatamente” los pasos necesarios para “restaurar” la democracia en el país
centroamericano. Además, reiteró su exigencia de que sean liberados “inmediata
e incondicionalmente” los presos políticos.
Pero la reacción de la Casa Blanca no termina en las palabras de
condena de Biden. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, advirtió este lunes que
Washington aplicará nuevas sanciones contra el régimen.
“Continuaremos usando la
diplomacia, las acciones coordinadas con nuestros aliados y socios regionales,
las sanciones y las restricciones de visado” para que “los cómplices en el
apoyo a los actos no democráticos del gobierno de Ortega-Murillo rindan
cuentas”, afirmó en un comunicado. Y agregó: “Si bien Ortega y Murillo
pueden permanecer atrincherados en el poder, la elección antidemocrática de
Nicaragua no les proporciona ni puede proporcionarles ningún mandato
democrático para gobernar”.
Que consideró que la reelección de Ortega carece de legitimidad
al celebrarse unos comicios “sin garantías democráticas”.
Josep Borrell, alto
representante para la Política Exterior de la UE, indicó por medio de un
comunicado que “Ortega ha eliminado toda competencia electoral creíble,
privando al pueblo nicaragüense de su derecho a elegir libremente a sus representantes”.
Según el jefe de la diplomacia europea, la “integridad del
proceso electoral quedó anulada por el encarcelamiento, el acoso y la
intimidación sistemáticos de precandidatos presidenciales, dirigentes de la
oposición, líderes estudiantiles y rurales, periodistas, defensores de los
derechos humanos y representantes de empresas”.
La Unión Europea se pronunció casi al unísono con España, cuyo
gobierno socialista también repudió el accionar de Ortega y no reconoció los
resultados electorales. José Manuel
Albares, ministro de Asuntos Exteriores, aseguró que los comicios del
domingo “han sido una burla”: “Ha sido una burla, una burla al pueblo de
Nicaragua, una burla a la comunidad internacional y sobre todo una burla a la
democracia”.
El Reino Unido también
consideró que los comicios en Nicaragua no fueron “ni libres ni justos”. “Fue
una elección sólo nominal. El presidente Daniel Ortega y su esposa, la
vicepresidenta Rosario Murillo, continúan en el poder solo después de que todos
los candidatos creíbles de la oposición fueron arrestados y descalificados para
presentarse”.
“Con estas maniobras los Ortega están llevando a Nicaragua por
el trágico camino del autoritarismo. El pueblo de Nicaragua se merece algo
mejor. En los últimos años se les ha negado sistemáticamente muchos de sus
derechos humanos universales, entre ellos la libertad de expresión y el derecho
de reunión pacífica”, alertó la cancillería británica.
El reino de Noruega también se pronunció sobre la farsa
electoral en Nicaragua. “No se pueden tolerar las violaciones de los derechos
humanos y la represión de la sociedad civil. Tras las detenciones de políticos
de la oposición, las elecciones no pueden considerarse justas ni democráticas.
Se necesita un diálogo inclusivo para recuperar el futuro democrático”, indicó
la ministra de Asuntos Exteriores, Anniken
Huitfeldt.
En América Latina, las primeras naciones en salir a repudiar los
comicios del domingo fueron Colombia,
Uruguay y Costa Rica.
Fuente: Infobae