Mientras
el Gobierno analiza tres propuestas para solucionar el “infame” -como lo llamó
el presidente Luis Abinader- peaje sombra que paga por la carretera Santo
Domingo-Samaná, una nueva partida para cubrir este compromiso está consignada
en el proyecto de ley de presupuesto del Estado para 2022, ascendente a
RD$4,652,595,981.
El monto es ligeramente
inferior a los RD$4,930,998,064 consignados en el presupuesto de este 2021,
pero es superior al monto individual venidero propuesto por el Poder Ejecutivo
para los ministerios de Deportes, de Trabajo, de Cultura, de la Mujer, de la
Juventud, de Administración Pública y de Energía y Minas.
También, de la Cámara de
Cuentas, de los tribunales Constitucional y Superior Electoral, del Defensor
del Pueblo y del Senado.
El elevado monto presupuestado
se debe a que cuando se firmó el contrato de concesión de la carretera entre el
Estado dominicano y la empresa Autopistas del Nordeste se acordó que el primero
asumía el compromiso de pagar un Ingreso Mínimo Garantizado o Peaje Sombra para
cubrir al segundo el déficit del tráfico vehicular, para que se lograra una
tasa interna de retorno.
En
efecto, por los 106 kilómetros de la vía, que van desde la autopista Las
Américas hasta la carretera que va a Samaná, no transita la cantidad de
vehículos suficientes para que sea sostenible, y el Estado tiene que cumplir
con el citado subsidio que ha ido aumentando progresiva- mente.
Esta carretera, cuyo nombre
oficial es Juan Pablo II, se inauguró el 12 de diciembre de 2008, aunque tenía
meses abierta al público. Su costo total se estima entre US$150 millones y
US$200 millones.
En su discurso de rendición
de cuentas del 27 de febrero del presente año, el presidente Abinader llamó
“infame” a dicho subsidio. Calculó que el Estado había pagado hasta esa fecha
RD$26,835 millones como parte de los ingresos mínimos que debe garantizar a la
concesionaria.
Estimó que la cifra representa
casi el doble de su costo original y que, de seguir esa modalidad, al concluir,
el Estado habría pagado casi seis veces su verdadero valor. Garantizó que se le
pondrá una solución y se estudiaba la vía legal para lograrlo.
El contrato de concesión de
la carretera Santo Domingo-Samaná se firmó en 2001 durante el gobierno de
Hipólito Mejía.
La segunda etapa de la
carretera, de 26 kilómetros y de US$ 151 millones , estuvo a cargo de la
compañía Boulevard del Atlántico. A esta, la empresa Autopistas del Nordeste
subrogó para desarrollar la red vial Nagua-Samaná.
Eventualmente, se avivan las
críticas y reclamos para que se revisen los términos contractuales por los que
el Estado debe asumir el alto subsidio.
A mediados de septiembre
pasado, el director general de Alianzas Público-Privada, Sigmund Freund,
informó que el Gobierno recibió propuestas por parte de Autopista del Nordeste
para solucionar el tema.
Dijo que se manejan tres
opciones. Una es la ampliación del tiempo de concesión al agente privado.
La segunda es el
refinanciamiento de las tasas actuales del proyecto. “Porque los
financiamientos de ese proyecto están a tasas que oscilan entre el 10 y el 12
por ciento, en dólares, porque fueron contratadas hace muchos años cuando al
momento la tasa estaba muy alta”, dijo Freud en ese entonces.
La tercera opción que
mencionó es la recompra de la concesión por parte del Gobierno, utilizando
modelos y fuentes de financiamiento que no especificó.
En marzo pasado, la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo contrató a Enmanuel Esquea Guerrero como abogado independiente para analizar el contrato que contempla el peaje sombra. Este ya ha dado una opinión consultiva en lo referente a la negociación.