La iniciativa Nuestra
Agenda Común se basa en las conclusiones de esa
participación masiva, así como en las aportaciones de líderes de opinión,
grupos eminentes como The Elders, diplomáticos y otros socios, que
ofrecieron sus sugerencias, soluciones e ideas para que la ONU pase a la acción
durante los próximos 25 años.
Durante la conmemoración del 75º
aniversario de la Organización, los Estados miembros pidieron al Secretario
General que les presentara un informe con recomendaciones para
impulsar esta Agenda Común y responder a los retos actuales y futuros.
El informe de António Guterres
pide reafirmar los valores fundamentales de la ONU, al tiempo que reconoce que
se han de remodelar los cimientos de la Organización para que reflejen mejor el
mundo actual.
“La pandemia [de la COVID-19] ha
demostrado nuestra incapacidad colectiva para unirnos y tomar decisiones
conjuntas en aras del bien común, incluso ante una emergencia mundial
inmediata y potencialmente mortal”, recordó Guterres al presentar su informe
ante la Asamblea General.
Desafío inmediato: producir más
vacunas
Aseveró que el desafío conjunto
inmediato es la respuesta a la pandemia de COVID-19 y consideró que aún hay
una oportunidad de actuar juntos, "en solidaridad y por
nuestro propio beneficio para ponerle fin antes de que cause aún más
daño".
Para ello confió en que
durante el próximo Debate General se adopten medidas sobre un plan
mundial de vacunación, implementado por un grupo de trabajo de emergencia
formado por países que producen o pueden producir vacunas, la Organización
Mundial de la Salud, los socios de ACT-Accelerator e instituciones
financieras internacionales.
"Este grupo debería
trabajar con las empresas farmacéuticas para al menos duplicar la
producción de vacunas y garantizar que éstas lleguen al 70% de la
población mundial en la primera mitad de 2022", puntualizó.
El titular de la ONU destacó que
las organizaciones multilaterales no estuvieron a la altura de los actuales
retos mundiales y que su actuación fue “demasiado débil y fragmentada”
dejándonos a merced “de un futuro de grave inestabilidad y
caos climático”.
“El año pasado, en la Declaración
de los Dirigentes con motivo del 75º aniversario de las Naciones Unidas, me
encargaron ustedes que formulara recomendaciones para hacer avanzar Nuestra
Agenda Común con el fin de abordar estos retos para la gobernanza mundial. Hoy,
tras un profundo proceso de consulta y reflexión, presento mi respuesta”,
explicó.
El Secretario General
delineó en su informe cuatro
áreas principales de acción.
1-Un nuevo contrato social con
los derechos humanos como eje fundamental
Lograr
una renovación del contrato social, basada en los derechos humanos, que sirva para reconstruir la
confianza y la cohesión social.
Para lograrlo, Guterres propone
atajar la actual epidemia de desinformación y crear una nueva estructura
conjunta sobre integridad financiera que afronte la evasión fiscal, el blanqueo
de dinero y los flujos financieros ilícitos.
Al mismo tiempo, aboga por
revisar nuestro pensamiento en torno a los derechos humanos, incluyendo
nuestras actividades en línea, y conseguir una cobertura de protección social
universal que incluya la asistencia sanitaria universal junto a la eliminación
de la violencia contra las mujeres y las niñas garantizando su participación
plena e igualitaria.
2-El futuro empieza hoy y está
ligado a los jóvenes
Centrarse
en el futuro, con base en una mayor solidaridad con los jóvenes y las
generaciones futuras, mediante
la adopción de medidas transformadoras en materia de educación, formación
profesional y aprendizaje continuo, incluida una Cumbre para la Transformación
de la Educación en 2022.
A esta iniciativa, Guterres añade
la creación de un Laboratorio de Ideas Futuras y la designación de un enviado
especial para las Generaciones Futuras que sirva de portavoz de los 10.900
millones de personas que se espera que nazcan este siglo; así como mejorar la
Oficina de la Juventud de la ONU.
3-Salvar los recursos naturales y
los bienes públicos por medio del multilateralismo
Actuar urgentemente para proteger y garantizar los recursos globales compartidos
Para conseguirlo, Guterres indicó
que necesitamos un multilateralismo “más interconectado, inclusivo y eficaz”.
Sus principales recomendaciones
en este apartado incluyen la creación inmediata de un plan de vacunación global
para la COVID-19, y una mejor integración del sistema financiero global con
otros procesos de toma de decisiones mediante una Cumbre Bienal entre el G20,
el ECOSOC, el Secretario General y los jefes de las instituciones financieras
internacionales.
Asimismo, pidió la creación de
una Plataforma de Emergencia ante Crisis de gran magnitud, y sugirió una Cumbre
sobre el Futuro para alcanzar un nuevo consenso sobre las preocupaciones
globales más importantes que el sistema internacional debe proteger y cumplir,
como la paz o la acción climática más allá de 2030.
4-Una nueva ONU, para una nueva
época
El último punto mira al futuro de
la Organización. En él, Guterres apuesta por unas Naciones Unidas
modernizadas y preparadas para una nueva era. Es decir, una ONU orientada a
los retos del siglo XXI que pueda ofrecer en todo su sistema soluciones más
relevantes, multilaterales y con múltiples partes interesadas.
Esta transformación se basará en
el análisis de datos, la innovación, la visión estratégica, el análisis
predictivo y las ciencias del comportamiento.
Para alcanzar este objetivo, el Secretario General cuenta con un fortalecimiento de la ONU como fuente por excelencia de datos y evidencias, y con la profundización del diálogo con los gobiernos locales y regionales, la sociedad civil, los parlamentos y el sector privado.