En
lo que va del año 2021, 28 adultos mayores han sido abandonados por su familia
en hospitales, tras haberlos llevado debido padecimientos de salud. Convocados
por los centros médicos, el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente
(CONAPE) se ha visto en la obligación de hacer los esfuerzos por contactar a
las familias, en muchos de los casos sin éxito.
El doctor José García
Ramírez, director del CONAPE, explica que lograron reincorporar a 20 de los
adultos mayores en sus familias, pero en ocho casos no ha sido posible todavía.
Entre ellos, han tenido que internar a cuatro en asilos permanentes, y
actualmente están gestionando el contacto con los parientes de los otros
cuatro.
Aparte del abandono, persiste
en la sociedad dominicana la violencia de todo tipo contra los ciudadanos más
adultos, siendo una de las más recurrentes la económica. Cada año, miles de
ancianos acuden al Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (CONAPE) a
buscar apoyo para enfrentar a hijos que les golpean, insultan, no les dan de
comer o los quieren privar del manejo de su pensión y sus bienes.
“Aquí hay muchos hijos
ingratos que no mantienen a sus padres y hay, incluso, hijos que les quitan la
oportunidad de poder administrar sus propias pensiones o sus teneres”, condena
el doctor García Ramírez en una entrevista con Diario Libre.
En
lo que va de año, la institución ha atendido alrededor de 850 casos y realizado
más 2,500 intervenciones judiciales con un equipo de 15 abogados y una fiscalía
especializada en maltrato a adultos mayores. El acompañamiento va desde
conflictos en fiscalías barriales hasta casos que han llegado a la Suprema
Corte de Justicia (SCJ).
En el año 2015 la fundación
Manos Arrugadas llevó al Senado de la República un proyecto de Ley de
Reclamación de Manutención de Padres a Hijos”, pero éste nunca fue aprobado. El
doctor García Ramírez favorece que se establezca por ley la obligación de los
hijos con sus padres y argumenta que “no es justo que después de yo tener sus
capacidades menguadas, un hijo quiera caerme a galletas y no me quiera
alimentar o dar un techo”.
Muertes
en asilos
El coronavirus logró
infiltrarse en los asilos y matar a 67 ancianos residentes y a un colaborador,
a pesar de que estos centros fueron aislados y prohibidas las visitas para
evitar los contagios desde que empezó la pandemia.
Entre colaboradores y adultos mayores, en los centros geriátricos se detectaron 629 personas contagiadas, de una población total de 3,105 personas. La incidencia es del 20.26%, con una tasa de letalidad del 10.81%, según datos del CONAPE.