El grupo sublevado renovó su cúpula desde que dejó de gobernar el país
en 2001. El fin de semana tomó Kabul tras un rápido avance y es inminente el
control total de la nación.
“Hemos alcanzado una victoria que no se
esperaba. Debemos mostrar humildad ante Alá”. Con esas palaras, el mulá Abdul Ghani Baradar, jefe de la
oficina política de los talibanes en Qatar, declaró el domingo la victoria del
movimiento insurgente en Afganistán.
Los talibanes gobernaron Afganistán desde 1996 hasta 2001. En
aquella época, las mujeres fueron las que más perdieron. Describir sus vidas
como un infierno no sería exagerado. No
podían salir de sus hogares sin un mahram -tutor masculino- y debían cubrirse el cuerpo de la
cabeza a los pies con un burka, entre otras prohibiciones e imposiciones
medievales.
Luego de dos de días de haber tomado en control del poder en la capital
Kabul, el grupo fundamentalista exhortó a la población a volver a sus
actividades normales.
Los talibanes anunciaron este martes una
amnistía general para todos los funcionarios del Estado, a los cuales
exhortaron a volver a trabajar normalmente, dos días después de haber tomado el poder en Afganistán.