La peste porcina africana es una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa que afecta a cerdos domésticos y silvestres, ocasionando graves pérdidas económicas y productivas.
Es causada por un virus ADN
de la familia Asfarviridae, que también infecta a las garrapatas
del género Ornithodoros.
Si bien los signos de la peste porcina africana y los de la peste porcina clásica pueden ser similares, no hay relación entre los virus causantes de estas enfermedades.
La peste porcina africana es una enfermedad contemplada en el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y es de declaración obligatoria.
La epidemiología de la peste porcina africana es compleja y varía en función del entorno, el tipo de sistema de producción, la presencia o ausencia de garrapatas vectores de transmisión, el comportamiento humano y la presencia o ausencia de cerdos silvestres.
Las rutas de transmisión pueden incluir: contacto directo con cerdos, domésticos o silvestres, infectados, contacto indirecto, a través de la ingestión de material contaminado (por ejemplo, residuos de alimentos, piensos o desechos), fómites contaminados o vectores biológicos (garrapatas blandas del género Ornithodoros).