En esta imagen, distribuida por el departamento de bomberos de Miami-Dade, rescatistas buscan a sobrevivientes entre los escombros del edificio Champlain Towers South, en Surfside, Florida, el 25 de junio de 2021. (Departamento de bomberos de Miami-Dade vía AP) (ASSOCIATED PRESS)
SURFSIDE, Florida, EE.UU. — La
tortuosa espera para tener noticias de las casi 160 personas que siguen
desaparecidas tras el derrumbe de un edificio de departamentos frente al mar,
cerca de Miami, en el que murieron al menos cuatro personas, está pasando
factura a los familiares, pero no pueden hacer mucho más que rezar y esperar a
que sus seres queridos aparezcan vivos en medio de una búsqueda de
supervivientes cada vez más desesperada.
Mientras
decenas de rescatistas se afanaban en el desescombro utilizando maquinaria
pesada, cubos pequeños, drones, micrófonos y hasta sus propias manos el viernes
para avanzar entre los restos del Champlain Towers South, Rachel Spiegel estaba
ansiona por tener novedades sobre su madre, Judy Spiegel, de 66 años y que
vivía en la sexta planta.
“Sólo
estoy orando para que ocurra un milagro”, dijo Spiegel. “Estamos desconsolados
con que ella estuviese en el edificio”.
Jeanne
Ugarte se estaba haciendo a la idea del que temía fuese el trágico final para
sus viejos amigos Juan y Ana Mora y su hijo, Juan Jr., que visitaban a sus
padres en su departamento en la torre.
“Sé que
no los van a encontrar (vivos)”, dijo Ugarte. “Ha pasado demasiado tiempo”.
Las
esperanzas descansaban en lo rápido que los equipos pudiesen completar la dura
pero delicada tarea en Surfside, a unos pocos kilómetros (millas) la norte de
South Beach, Miami.
“Cada
vez que oímos un sonido nos concentramos en esa área”, señaló el subjefe del
departamento de bomberos de Miami-Dade, Raide Jadallah. “Podría ser solamente
acero que está retorciéndose, escombros que caen, pero no específicamente
sonidos de golpeteos o una voz humana”.
Zarandeadas por vientos intensos y chubascos intermitentes, dos grúas pesadas retiraban escombros de la pila empleando sus grandes cazos el viernes, creando un estruendo por el choque entre vidrio y metales y dejando una neblina sobre el lugar.
Una vez
que las máquinas se detenían, bomberos con mascarillas de protección y cubos
rojos subían encima de la pila para retirar trozos más pequeños a mano con la
esperanza de hallar sitios donde pudiera haber gente atrapada. En un
estacionamiento subterráneo, rescatistas con el agua hasta las rodillas
utilizaban herramientas eléctricas para ingresar al edificio desde abajo.
Charles
Burkett, alcalde de Surfside, dijo que los rescatistas estaban haciendo todo lo
que podían para salvar el mayor número de vidas posible.
“No
tenemos un problema de recursos; tenemos un problema de suerte”, manifestó.
Las
autoridades dicen que aún desconocen exactamente cuántos residentes o
visitantes se encontraban en el edificio cuando se desplomó, pero que
intentaban localizar a 159 personas consideradas desaparecidas y que podrían
haber estado allí, o no.
Las
flores en recuerdo de las víctimas decoraban una cerca próxima a la torre de 12
plantas y quienes esperaban noticias sobre la búsqueda lo hacían a cierta
distancia, con las manos entrelazadas y abrazándose. Varios feligreses rezaban
en una sinagoga próxima que tenía a varios de sus miembros entre los
desaparecidos.
En la
playa próxima a la estructura caída, Faydah Bushnaq, un turista de Sterling,
Virginia, se arrodilló y escribió “Recen por sus almas” en la arena.
“Se
supone que estamos de vacaciones, pero no tengo ganas de divertirme”, afirmó
Bushnaq. “Es el momento perfecto para decir una oración por ellos”.
El jefe
de la policía de Miami-Dade, Freddy Ramírez, dijo que las autoridades estaban
trabajando con la oficina del forense para identificar los cuerpos encontrados
hasta el momento. Otras 11 personas resultaron heridas y cuatro fueron
atendidas en hospitales.
Daniella
Levine Cava, alcaldesa de Miami-Dade, dijo que los rescatistas corrían un
“riesgo extremo” al moverse entre los escombros.
“Les
están cayendo escombros mientras hacen su trabajo. Tenemos a ingenieros
estructurales en el lugar para asegurarnos de que no se lesionarán, pero siguen
adelante porque están muy motivados”, señaló.
El
adolescente Jonah Handler fue rescatado de entre los escombros horas después
del derrumbe, pero su madre, Stacie Fang, falleció. En un comunicado, la
familia dio las gracias “por la efusión de solidaridad, compasión y apoyo que
hemos recibido”.
“No hay
palabras para describir la trágica pérdida de nuestra querida Stacie”, sostiene
el texto.
Aunque
las autoridades dijeron que no se ha determinado aún la causa del derrumbe, el
gobernador de Florida, Ron DeSantis, apuntó que se necesita una “respuesta
definitiva” pronto. Un video muestra como el centro del edificio parece venirse
abajo antes, y como la sección más próxima a la playa se desplomó segundos
después.
Entre
los desaparecidos hay gente de todo el mundo.
Medios
de comunicación israelíes dijeron que el cónsul general del país en Miami cree
que 20 de sus compatriotas están desaparecidos. Hay otras 22 personas
desaparecidas de Argentina, Venezuela, Uruguay y Paraguay, incluyendo
familiares de la primera dama del país, Silvana de Abdo Benítez.
Los periodistas de The Associated Press Tim Reynolds e Ian Mader en Miami; Freida Frisaro y Kelli Kennedy en Fort Lauderdale; Bobby Caina Calvan en Tallahassee; Jay Reeves en Birmingham, Alabama; R.J. Rico en Atlanta y Adrian Sainz en Memphis, Tennessee, contribuyeron a este despacho.
Fuente: The San Diego Union-Tribune