Luego de la crisis generada por la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional que definió los criterios para adquirir la nacionalidad dominicana y que afectó principalmente a los descendientes de haitianos nacidos en este país, la Comisión Mixta Bilateral de Alto Nivel de la República Dominicana y Haití no se han vuelto a reunir ni pactado nuevos acuerdos tendentes a la mejoría de las relaciones entre ambos Estados pese haber anunciado su reactivación.
La construcción de un canal de riego en Haití ha
creado un nuevo clima de confrontación en las relaciones entre ambos Estados,
al punto de que luego de haber acordado crear una mesa técnica en la comisión
bilateral para abordar lo relativo a construcciones en la frontera, dominicana
anunció que no participaría hasta tanto su vecino notificara públicamente la
paralización de la obra por lo que se desconoce si las autoridades de la isla
estarían contemplando retomar el diálogo al más alto nivel o si acudirían a
organismos multilaterales para dirimir sus diferencias respecto a la obra de
toma.
En
Julio 2014 fue la última vez que se reunieron los ministros y cancilleres,
quienes al final hicieron una declaración conjunta.
Las subcomisiones
que integran el organismo, creado en el año 1996, ha tenido sus altas y bajas,
propias de una relación que se construye en el tiempo, sobre todo matizada por
los periodos de inestabilidad política que ha sufrido la nación haitiana.
Las subcomisiones trabajan periódicamente en aspectos importantes para
ambos Estados refiere Marisol Difo, coordinadora técnica en la Comisión
Mixta Bilateral Domínico-Haitiana, en un informe remitido por el Ministerio
de Relaciones Exteriores (Mirex) a solicitud de este diario.
Diversos temas vinculados al fortalecimiento de la cooperación
transfronteriza han sido tratados e impulsados por la comisión mixta, en
especial en el seno de las Subcomisiones de Medio Ambiente y Comercio, el cual
dio paso para la creación de Comités de Cuenca dentro del Plan de Acción de
Artibonito y la vigilancia del Ministerio de Industria y Comercio respecto a la
calidad de los productos vendidos en los mercados, a fin de evitar que estos
afecten la salud de los consumidores. Esto último fue en respuesta a reclamo de
Haití por algunos productos de mala calidad o vencidos, incluyendo
medicamentos, explicó la funcionaria.
En el año 2011 con auspicios del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), el Programa Mundial de Alimentos (PNUMA) y el Programa
Mundial de Alimentos (PMA) se realizó el estudio Desafíos Ambientales de la
Zona Fronteriza y se hicieron recomendaciones a los dos Estados.
En la Comisión se ha discutido para conocimiento de las autoridades
haitianas, la construcción de las presas el Corte y Pedro Santana, consideradas
de prioridad en los actuales momentos y que ayudarían a bajar el nivel de
sedimentación que llega a la presa Peligre en Haití, junto a estos dos
proyectos ubicados del lado dominicano.
Según Difo, ha sido planteado al gobierno haitiano, la construcción en
el mediano y largo plazo de la presa Dos Bocas, en la cuenca alta del río
Artibonito, el cual representa un espacio de diversificación de actividad
agrícola porque sus aguas riegan al valle de San Juan y al Plateau Central de
Haití, por lo que se cuenta con un plan de acción binacional para el
aprovechamiento del recurso agua alrededor del Artibonito, cuyas dimensiones
son multifocales, tanto en la agricultura, la producción energética, como la
conservación del recurso agua y las especies que habitan alrededor del río.
Tala de árboles, pescadores y reglamento mercado
Refirió que el uso del carbón de leña es uno de los temas de mayor
preocupación y del cual la Comisión Mixta Bilateral ha hecho planteamientos
técnicos a las autoridades haitianas, de la mano con el Ministerio de Medio
Ambiente y que la tala de árboles y la agricultura ilegal en zonas no
protegidas, ha sido enfrentado con el Plan Quisqueya Verde que cuenta con
brigadas mixtas – dominicanos y haitianos – que siembran árboles. Gracias a
eso, las regiones fronterizas han sido beneficiadas, en especial, la provincia
Independencia, en un 79% de acuerdo a datos aportados en el plan plurianual de
medioambiente, para el 2019.
Otro tema que genera preocupación es la referente a la detención de
pescadores haitinos en aguas dominicanas lo que ha generado múltiples reclamos
de los haitianos porque les devuelvan sus embarcaciones incautadas por la
Armada Dominicana. Esta situación se da, debido a que la delimitación marítima
poco clara. “La República Dominicana no tiene acuerdo de delimitación marítima
con Haití, ni con Estados Unidos, Inglaterra, ni países”, aclara el Mirex.
En el 2016, en una reunión técnica de la Comisión Mixta, efectuada en
Anse-A-Pitre, fueron reunidos las asociaciones de pescadores de Pedernales con
los pescadores de este lado, con el fin de enlazarlos para desarrollar una
labor más coordinada, ya que los dominicanos han pasado a ser industriales de
la pesca, mientras los haitianos les venden, pero más allá de esta dinámica,
impulsar la cooperación entre ambos sectores pesqueros a fin de que los
pescadores haitianos puedan organizarse en asociaciones que se conecten de
manera adecuada con la asociación de pescadores de Pedernales.
Para mejorar la sostenibilidad del comercio transfronterizo y de los
mercados binacionales, reduciendo sus impactos ambientales a nivel de la
Subcomisión Comercio de la Comisión Mixta se construye un reglamento binacional
de mercado, que norme la forma en que operaran a futuro el mercado de Dajabón y
el mercado de Juana Méndez, respecto a los procedimientos administrativo, bajo
la fórmula administraciones separadas, pero coordinadas, esto incluye
determinar los productos que se comercializaran en ambos mercados para aportar
diferenciación en la comercialización y valor agregado, que permita la creación
en el tiempo de pequeños embriones de empresas.
Carretera
transfronteriza en Independencia
La inundación del lago Azuei y el lago Enriquillo provocó que de la mano
de la cooperación europea y el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, se realizara, en el 2013, un estudio sobre la carretera que conecta
la provincia de Jimaní con la comunidad haitiana de Malpase, con todos los
detalles técnicos y de ingeniería para la construcción de una nueva vía de
acceso entre las capitales Santo Domingo/Puerto Príncipe.
Ese estudio fue conocido a nivel del Ministerio de Obras Públicas y
Comunicaciones el cual sostuvo varias reuniones con funcionarios del Ministerio
de Obras Públicas y comunicación vial de Haití, entre el 2014 al 2016, con el
fin de evaluar una de las opciones presentadas dentro del Estudio, llegando a
concluirse que la más viable era la opción que apunta a elevar la carretera
unas 20 metros sobre el nivel del mar y romper la montaña que divide las
comunidades fronterizas para desplazar el tránsito por esta zona, pero la
propuesta no pudo ser materializada hasta la fecha porque el gobierno haitiano
no terminó de decidir la conveniencia o no de la misma para su país.
“La solución más socorrida fue impulsada por los comerciantes dominicanos y haitianos que transportan mercancías de un lado a otro, quienes se organizaron para vaciar caliche sobre la ya inundada vía, siendo hasta el momento la solución que opera en esta zona”, explicó la coordinadora técnica de la comisión mixta.
Fuente: diario libre